Seras Solo Mia

Campo de Luke

Estábamos llegando y observé por la ventanilla, a lo lejos se veía una hermosa cabaña. El pasto era perfectamente verde, el cielo algo nublado debido a la época del año, y una corriente de viento entraba por el espacio entre la ventanilla y el techo. Luke sacó las llaves de su bolsillo y abrió por fin la puerta.
Cuando entré de verdad me lleve una grata sorpresa, era preciosa, tan acogedora y familiar. Todo era de madera, y el olor inundaba mi nariz de una manera exquisita, en el medio se encontraba una alfombra extensa y visiblemente cómoda, en frente a una estufa que ya Amy y Scott se encargaban de encender.
Trent: ¿Te gusta? -preguntó tomando mi cintura-
Yo: Es preciosa... -pegué un fuerte suspiro-
Trent: Como tú -besó mi mejilla, yo solo sonreí y me dispuse a recorrer la casona-

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Más tarde en la habitación;
Amy: Es perfecta -dijo guiñándome el ojo-
Yo: ¿Qué quieres decir, perfecta para qué? -pregunté con el ceño fruncido-
Amy: Solo pensaba...Trent y tú han estado MUY pegaditos estos días -cambio el tono de su voz y lo hizo sonar pervertido-
Yo: ¡Mira quien habló! -dije cruzándome de brazos divertida- Los que están a puras miraditas sexuales son tu y Scott -asentí con mi cabeza-
Amy: ¡Mels! -dijo avergonzada-
Ema: ¿Han visto lo guapo que está James? -sonrió levemente-
Samira: ¿Te gusta? -preguntó anonada-
Ema: ¿Bromeas? ¡Me fascina! -río tonta- ¿Creen que le guste?
Rose: Si no le gustarás explícame porque por poco se le cae la baba cuando te mira... -dijo obvia-
Ema: ¿Lo dices enserio? -insistió con ternura-
Yo: ¡Claro que habla enserio! -tomé sus manos- Juégatela y verás que todo sale bien
Ema: Gracias chicas -dijo invitándonos a un abrazo grupal, todas nos abrazamos-
Samira: Chicas mejor bajemos...nuestros hombres ya nos deben estar extrañando -dijo de forma distraída, las demás reímos-
Enseguida bajamos y los chicos estaban realizando el intento de cocinar, aunque habían quemado todas las hamburguesas.
Ema: ¡Son un completo desastre! -les dijo en una carcajada-
James: Tienes razón -asintió chistoso- Mels, tu eres buena con recetas y todo eso... ¿podrías hacerlo tu? -dijo haciendo puchero-
Yo: Claro -me coloqué el delantal- Vayan a preparar la mesa que terminó en 20 minutos -dije ya buscando los ingredientes-
Trent: Sí vayan; nosotros cocinamos -dijo distraído-
Yo: ¿Nosotros? -enarqué una ceja coqueta-
Trent: Cuatro manos trabajan mejor que dos -dijo a escasos centímetros de mí-
[No quiero que me des ninguna de tus manos... ¡Quiero tus labios !] pensé.
Yo: Tú ganas -dije, y le tiré un delantal por la cabeza, el sonrió complacido-

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Nos mantuvimos allí más de lo necesario, fue simplemente porque amábamos tenernos cerca. El chico y yo nos ensuciamos con harina mutuamente y reímos, luego tocábamos nuestro propio recital con las ornallas y cucharas, hasta bailamos Rock & Roll como dos pataduras.
Llevamos la pasta a la mesa bien preparada por los demás chicos.
Trent: ¿Donde están Ema y James?
Connor: Salieron a hablar tranquilos -concluyó pícaro-
Yo: Me imagino... -insinúe algo-
Rose: ¡Está deliciosa su pasta chicos! -dijo lamiéndose los dedos-
Trent: Lo sé,Mels y yo funcionaríamos bien como marido y mujer -me observó con una mirada que probablemente haya inventado para derretir el corazón de cualquier mujer-
Yo: Gracias Rose -dije atorada por el comentario del chico-
Casi todos, con excepción de Scott, Samira, Trent y yo, estaban algo borrachos, pero ya era normal, tener que convivir con 5 chicos hacía que muchas cosas se volvieran normales.
Yo: Me voy a bañar...-dije parándome de la silla, pude ver como Trent tragó saliva-
[Quisiera ir con ella...]
[¡Lo sabía!]
[¿Otra vez tú?]
[¿Qué pasa? ¿Te excitaste de solo imaginar a tu Mels refregarse jabón por todo el cuerpo?]
[¡No! Pero ahora sí... ¡Gracias!] pensó Trent mientras tenía una discusión con sí mismo.

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Al terminar mi baño bajé con la toalla enredada en mi cuerpo a preguntarle a Samira si me prestaría ropa, necesitaba solo un buzo y pantalón porque ya llevaba conjunto interior. Como acostumbraba, el destino siempre hacia que algo pasara para que el y yo termináramos solos, ahora el era el único en la sala.
Lo observé y apenas notó mi presencia pude jurar que me estaba comiendo pedazo por pedazo con esa mirada. Hubiera querido tener telepatía para saber qué es lo que él estaba pensando ó si estaba metido en el mismo problema que yo, por que yo no lograba pensar.