Chiste interrumpido

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Cuando llegamos a Londres fuimos directo a acostarnos, estábamos agotados, sobre todo Trent y yo; las chicas también se quedaron en la mansión, juntamos todos los colchones y dormimos en el suelo del living hasta el anochecer. Desperté cuando el sol casi estaba desapareciendo, apresada por los brazos de Trent que me rodeaban sutilmente, hice una maniobra y pude salir de allí; dejándolo abrazado a la almohada. Luego vi que Ema era la única despierta y nos dirigimos al jardín. Caminamos en silencio hasta llegar a un tronco y sentarnos sobre el. Ema me miro sonriendo satisfecha y se acercó a mí.
Ema: Estuve esperando que te despiertes ¿sabes?
-guiñó un ojo-
Yo: ¿Si? -dije sin importancia- Estaba muy cansada...
Ema: ¡Mels! Deja ya tus ridículas excusas y cuéntame cómo te fue... porque te veo y creo que me ocultas lo mejor -la miré y sonreí-
Yo: ¡Ema, estuvo fantástico! -suspiré mientras tomaba mi rostro entre mis manos con vergüenza-
Ema: Cuéntame, cuéntame, cuéntame -me dijo alterada-
Yo: Bueno al principio solo hablamos y luego... lo besé -alargué-
Ema: ¡Te lo dije! ¡Ya sabía que tu y el terminarían en algo! -dijo entre sorprendida y contenta-
Yo: Pero eso es solo el comienzo Ema -mire el suelo algo avergonzada-
Ema: ¡Debes estar bromeando! -comenzó a saltar como desesperada, yo negué con la cabeza- ¡Wow! Dime que parte de la historia me perdí para que pasaran tantas cosas -reímos-
Yo: Te perdiste todo amiga, desde la vez que salimos y casi me besa hasta la vez que me prometió amarme como nadie lo ha hecho -pegué un gritito de emoción para luego abrazarnos- ¡Me le colgué del cuello y lo apreté mucho! -dije moviendo mis piernas-
Ema: Y luego... -me insistió porque sabía que había algo más-
Yo: Luego, cuando creí que no tendría más fuerzas, le dije que aún no estaba lista para hacerlo, tu sabes... -conté nerviosa-
Ema: ¡Mels! -gritó asombrada-
Yo: ¿Tú...ya tuviste primera vez? -pregunté expectante-
Ema: ¿Cómo crees? -tartamudeó-
Yo: ¡Ya dime con quién! -le exigí dándome cuenta-
Ema: Adivina -se rindió-
Yo: No sé, ¿algún novio de antes? -le pregunté-
Ema: No... -se hizo la interesante-
Yo: ¡Dime! No soy buena en las adivinanzas -insistí-
Ema: Te doy una pista, está en esta casa -me miró y se puso roja-
Yo: ¡No! -grité emocionada- ¡¿James?!
Ema: Aha... -asintió-
Yo: Pero, ¿Cómo, cuándo? -pregunté sorprendida-
Ema: Cuando nos conocimos la noche de las películas nos flechamos, y luego salimos a escondidas, y sabes como es James, rápido como pocos -río pícara- Fue genial -suspiró-
Yo: Hablando de roma... -dije apuntando con la mirada a James que se acercaba a nosotras-
James: Hola hermosa -besó a Ema cuando finalmente llegó, bueno, casi se la come viva-
Yo: Ejem... -carraspeé-
James: Lo siento Mels tu también eres hermosa -besó mi mejilla-
Yo: Más te vale -sonreí-
James: Las estamos esperando dentro, ya servimos la cena, las demás chicas se quedan a dormir, me imagino que tu también Ema -dijo serio-
Ema: Claro -aceptó-
Cenamos langosta a la parrilla, no era de mi agrado, pero el simple hecho de que lo estaba disgustando con ciertas personas especiales a mí alrededor hizo que no me importara si comía langosta, hamburguesa o incluso tierra. Luke, el chico más carismático y risueño que podía existir, estaba muy enfrascado en un chiste que ya hacía rato había perdido el sentido, pero el teléfono de Trent lo interrumpió.
Trent: Disculpen, ya vuelvo -dijo parándose de la mesa y dirigiéndose al patio-
-¿Diga? -fue lo último que le había oído decir desde que tomó el teléfono.
Llevó más de una hora sin regresar al comedor. Cautelosamente me asomé por la cortina y lo pude ver sentado sobre el césped, observando al vacío, sus pensamientos parecían perdidos en la profundidad de un turbio lago. Su rostro ya no era el mismo de siempre, se veía triste, o mejor dicho confuso, iba a preguntarle si se necesitaba algo, pero algo en mi me decía que era mejor dejarlo solo.

Seras Solo MiaWhere stories live. Discover now