Capítulo 16.

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Estaba realmente impactada, mis piernas se entumecieron. Y sólo me di cuenta que lloraba porque la carta que yacía en mis manos estaba empapada de gotas provenientes de mis ojos.
Me sentí engañada,frustrada y miserable. Era el fracaso en persona. Mi cerebro aun no podía llegar a comprender cómo es que había sido tan estúpida de jamás hacerme dado cuenta que Jane y Charles no eran de mi familia, siempre.. Me sentí desencajada, y ellos también me lo hacian notar con cada desprecio suyo.
Me levante para esconder la carta y todo mi mundo se tambaleó, me iba apoyando en las cosas para mantenerme en pie. Estaba tan abrumada que me costaba hasta respirar.
Guarde la carta dentro de un oso de felpa que me había regalado mi madre cuando cumplí los 10 años.
Tenia odio hacia Charles y Jane. Me sentí mal tantos años pensando que la que hacia mal las cosas era yo. Cuando en realidad ellos eran mi desgracia.

Y respecto ami, se que aunque mi madre y Zack lo negaran. En mis venas , había sangre demoníaca. Era un monstruo, y no podía controlarme. Cuando la ira y bronca contenida en mi cuerpo estallaba. Ya no era yo , era el demonio que habitaba en mi. Y ese no tenia compasión, amor ni amistad . A nadie, y ese demonio... Era yo.

Me observe unos minutos en el espejo, y mientras lo hacia pensaba que sólo le hacia mal a este mundo. Era un estorbo. Y tal vez, Raziel tiene razón en querer exterminarnos.
Mi puño se estrelló violentamente contra mi reflejo en el espejo, haciendo que cayera a pedazos, y algunos se incrustaran en mis nudillos, haciendo que la sangre salga a borbotones.
Me limpie en el baño y me cambie de ropa ya que se había manchado.
Me puse una remera negra y una camisa suelta y holgada junto con unos jeans claros. Y mis adoradas zapatillas.
Me sentía realmente como la mierda.
Lo único que quería es ir al parque, y así lo hice, mientras bajaba las escaleras mi padre estaba tomando una cerveza.

-¿Donde vas bebé?- me dijo. Y me causó un asco y rechazo.

-Donde no te incumbe. Maldito idiota- y cerré la puerta con mayor fuerza de la esperada.. Agarrándole un dedo cuando intentaba salir tras de mi.
Maldijo a los cuatro vientos insultandome. Yo estallé en risas. Al fin hacia algo bueno.
A los pocos minutos caminé dos pasos y Jane aparcó en frente de casa. Escuchando los gritos de mi padre. Se alteró.

-¿Qué le pasó, que le haz hecho monstruo?- se puso el bolso encaminándose a casa.

-Sólo... Se agarró el pene con el cierre del jean. Suerte con eso , zorra.- le dije con una sonrisa. Y sólo me miro con rabia.

Seguí caminando abrazandome ami misma ya que hacía bastante frío. Y al poco tiempo, ya tenia un cigarrillo entre mis labios. Tenia ojeras , debido a que no dormí.
Me senté en uno de los bancos que había y observé la gente, las niñas con sus madres. Correteando alegremente.

Y percibí a alguien sentándose al lado mio. Con un cigarro entre sus labios y campera de cuero.. Si. Zack.

-Siempre me encuentras.- Sonreí tristemente.

-Tus pensamientos son tan depresivos que hasta pensé en suicidarme.- me miró raro y yo sólo sonrei al comentario.

-No,no lo hagas.. Prometo pensar otras cosas.- Sonreí nuevamente.

Y me imaginé un lago lleno de flores. Y pájaros ,la tarde apenas caía. Haciendo el día un color anaranjado. Estaba descalza con mis dedos en la hierba. Y al lado mio, zack. Con una remera blanca, y yo admiraba sus tatuajes. Que apenas dejaban ver algún destello de su piel.
En el cielo se desprendía un enorme arco iris. Y mariposas reinaban el panorama.

-¿Así está mejor?- le dije sonriendo de lado. Tirando mi cigarrillo casi terminado.

-Mucho..mucho mejor.- repitió mi acción.

Seguí divagando en mi mente y en ese lago hermoso, hasta que el día en mi mente comenzó a nublarse. El río se seco, Zack ya no estaba a mi lado. Había cuervos en lugar de mariposas, y había nubes negras en lugar de arco iris.
Ya no me encontraba vestida de colores alegres. Si no que estaba sumida en una oscuridad , y había vientos, y el único ruido que había era el de gritos desgarradores de personas. Y cuervos.

-Alice.. Tus pensamientos son aterradores- me observó triste.

-Lo sé, así me siento.- Comenté mirando el parque.

-Lo siento..- no lo entendí.-Por lo de tu madre me refiero.- Objetó y miro mís nudillos vendados. Tomó mi mano y besó cada uno.

-Aun no puedo creerlo.- Solté de repente. Y continué. - Sé que era un monstruo pero no de esta gravedad.-

-Alice. Si te hace sentir mejor.. Los ángeles caídos también son demonios.- me miro directo a los ojos.

-Si,pero, después de todo como su nombre lo indica son ángeles que calleron. En cambio yo. Nací demonio. No soy un ángel. Es por eso que debes alejarte de mi. Cuando los poderes aparecen mi mente se nubla y no hay nadie a quien no lastime. Ni siquiera tu.- Una lágrima resbaló mí mejilla.

-Aun no comprendes mis sentimientos hacia ti? Alice, yo he caído por ti. Renuncie a todo. Renuncié a mis alas, no te dejaré, daría mi vida por ti. Porqué no lo comprendes? Te amo. Y te amaré en esta vida y si aun hay otra lo haré también. No vuelvas a pedir que me aleje, nunca más.-

Quede helada, lo medite unos minutos. Y no lo pensé mas. Lo besé y el correspondió rápidamente.
Amaba a ese chico. De verdad lo hacia.

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