A n g e l ' s

Capítulo 41.

Esto realmente no estaba en mis planes, seguramente Zack se enojaría muchísimo, pero eran mis decisiones y debería respetarlas, sobretodo entenderme.

-Charles es un maldito.- Le dije a mi padre. -Incluso Jane.- Reproché nuevamente.

-Lo sé, ellos son los más odiados por allí. Nadie los tolera.- Hizo una mueca y me hizo reír.

-Si, apestan.- Hice otra mueca de asco, provocando que el riera.

No era tan mala persona después de todo, seguramente Zack se esté equivocando.

-Alice.. Gracias.- Me dijo de repente mirando al suelo y poniéndose serio.

-¿Porqué?- Dije acomodandome en el sillón y mirándolo con una expresión de completa duda.

-Por darme una oportunidad, sé que tu madre tal vez no te quería conmigo y seguro te sientas mal por ello, pero déjame decirte que está equivocada. Bueno, en parte deberías comprenderla, soy un demonio. Pero de algo estoy seguro, jamás te lastimaría.- Dijo aún serio.

¿Porqué hablaba de mi madre cómo si aún estuviera viva? ¿Es que acaso no lo sabía?.

-Ahmm.. ¿No sabes de ella.. verdad?- Me costó decir aquello.

-¿A qué te refieres Alice?.- Dijo conteniendo la seriedad.

-Ella esta.. ella, ella no está aquí Ethan. Ella murió en un accidente de auto hace algunos meses.- Dije y mi voz se cortaba de a poco.

La expresión de Ethan cambió rotundamente, primero me pareció percibir una pequeña sonrisa. Pero luego juntó sus cejas.

-¿Qué?- Dijo. -Yo, no, yo no lo sabía Alice.- Dijo algo melancólico.

-Si, lo sé, no te preocupes.- Me lamenté por el hecho de que él se sintiera mal.

En el fondo me alegraba de tenerlo, tal vez no era de los mejores padres del mundo, pero al menos me quería..

-Alice, tu teléfono está sonando.- Dijo mientras miró en dirección hacia el bolso que estaba situado en el umbral de la puerta tirado.

Estaba tirado debido a mi subidón de adrenalina por confesar que era mi padre, lo sé.. patético, pero bueno. Así era.

Fui a recogerlo, me agache inspeccionando el celular y tenía 38 llamada perdidas y 19 mensajes, ambos de Zack.

Oh oh, estaba en problemas. Intenté comunicarme pero no respondía. De repente se oyeron gritos desde afuera, yo aun seguía parada en frente de la puerta cerrada intentando comunicarme.

De repente, la enorme puerta se abrió violentamente, derribandome , y haciendo trizas mi nariz. Instantáneamente llevé mi mano hacia esta.

-Idiota.Te estaba llamando.- Le dije con voz congestionada debido a que me estaba apretando la nariz mientras intentaba levantarme del suelo.

-ALICE, TE HIZO ALGO, ESTAS BIEN?- Me preguntó agachándose enfermizo mientras miraba frenéticamente mi nariz. -Oh dios mio, te lastimé!- Dijo y se llevó las manos a la cabeza.

-Tranquilo, tranquilo.- Intenté consolarlo como pude.

-Oh Alice, estás bien? Mira lo que le has hecho.- Se acercó Ethan hacia mi tomándome del brazo para que pudiera recuperarme.

-Estoy bien.- Dije emitiendo una sonrisa dejando a Zack en una clara confusión.

-No la toques.- Dijo Zack mientras tomaba mi otro brazo arrastrándome hacia él.

-Zack, tranquilo.- Intenté calmarlo.

-Sé lo que intenta hacer con ella, la está chantajeando, ahora hace de padre buenito, pero en realidad le dará un puñal en cuanto pueda, maldito viejo.- Dijo mientras se acercaba amenazante.

-No me tratarás de esa forma jóven. Ella es mi hija, y la amo. Jamás le haría daño.- Dijo Ethan mientras apretaba sus marcados pómulos. El hombre era realmente delgado.

-Tal vez ella si se lo crea, pero yo no, y ya jamás volverá a estar cerca de Alice ¿Entendió?.- Dijo y me tomó de la mano.

Ambos salimos de la oficina, mientras todo el público presente allí nos miraba consternados.

Debía admitir que me encontraba bastante enfadada con Zack, no me dió tiempo de hacer nada, Ethan era mi padre y por lo que vi hace un rato, era buen tipo. Charlamos sobre temas aleatorios y es muy majo. Sin dudas lo prefería mil veces antes que Charles. Y Zack no me impediría tener a mi padre de vuelta. Aún si eso implicara un riesgo, por supuesto que sabía que en parte estaba rompiendo mi pacto con Raziel. Pero es que era mi padre.. Y en algún punto le había tomado cariño.