Capítulo 47.

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La mano me tembló al colocar la llave mientras intentaba abrir la puerta con movimientos torpes.. A decir verdad estaba nerviosa, porque sabía que Zack no estaría nada contento con lo que pasó hoy.
Al entrar me encontré dos cosas que no me esperaba.
1) Zack estaba feliz.
2)Estaba feliz jugando con Black. 

Esas dos cosas no podían estar pasando, no en estas circunstancias al menos.

-Ho,hola.- Dije mientras cerraba la puerta.

-Hola Alice. ¿Cómo ha estado?- Entre cerró sus ojos mientras le pegaba con la palma de la mano en la cara a Black juguetonamente. 

-Pues, estuvo bien.- Me senté en el sofá. 

-Me alegro mucho.- Me sonrió y siguió jugando con Black.

La verdad, es que me encontraba muy extrañada.. Jamás pensé que Zack me trataría así de bien luego de irme a cenar con mi padre, quien el odia. Intenté enfrentarme a el y preguntarle porqué no estaba molesto.

-Zack, porqué ah..- Me interrumpió el sonido de un celular.

-Disculpa.- Me dijo Zack tomando el teléfono de su bolsillo trasero mientras se ponía de pie.

Su expresión era bastante confusa, era una mezcla de odio con.. Odio, si, esa era la palabra. Escuché sus palabras atentamente.

-¿Cómo has dejado que escape?- Frunció sus cejas. -No puede ser, lo teníamos bajo control.- Caminó de un lado para el otro. -NO ME INTERESA, ENCUÉNTRENLO.- Gritó y cortó la llamada de repente.

-Alice, Richard está muy cerca de nosotros.- Me dijo algo precavido al decirlo.

-¿Qué?- No entendí muy bien.

-Si, los chicos se habían ofrecido a merodear por aquí para asegurarnos de que estabas bien, y vieron a Richard observando el departamento desde un árbol.-

Me tomó unos segundos recordar lo que Zack me había contado de él hace un tiempo, según lo que recuerdo, el era el mayor enemigo de Zack, y me odiaba porque al igual que Raziel, el no quería que Zack se vaya de su terreno. Pero lo que no entendía era porqué, ya que igual peleará para ellos.

-Si, ya lo recuerdo.- Miré el suelo pensativa.

-Vamos a entrenar, YA.- Me tomó del brazo pero antes agarró una chaqueta negra que colgaba y me lo puso entre los hombros.

-¿Para qué?- Le pregunté.

-No queremos que también te resfríes.- Hizo un ademán con la cabeza, y seguimos caminando.

Bajamos rápidamente y estaban esperándonos los chicos, hoy era sábado por lo que no me tocaba trabajar. Así que me dedicaría exclusivamente a el entrenamiento.

Todos nos subimos en una camioneta negra, bastante grande. Tal vez era de alguno de los chicos. Zack conducía, de co-piloto iba Chris y atrás estábamos Chad , Ryan y Yo. 

-¿Cómo has estado Alice en el país de las maravillas?- Me preguntó sonriendo de costado Ryan mientras golpeaba mi hombro burlón.

-Es Alicia, idiota.- Puse mala cara. Haciendo que todos estallaran en carcajadas.

-Oh lo lamento, no soy un amante de las películas de Disney como tú.- Me miró de reojo.

-Pero no hace falta ser un amante de las películas de Disney como para saber que Alicia en el país de las maravillas es Alicia, no Alice.- Otra vez en el auto retumbaron varias carcajadas. Ninguna proveniente de Zack.

-Bien, tu ganas.- Resopló mientras se cruzaba de brazos aplastándome un poco. 

Sonreí victoriosa .Y crucé mis piernas. Algo me decía que el camino iba a ser largo, y así lo fue, habremos estado en ese coche por al menos una hora y media. En el viaje, me limité a observar a los que estábamos ahí.

Zack, no dijo ni una palabra en todo el viaje, ni siquiera rió. Era como si no tuviera vida. Me sentí realmente fatal, porque.. Es por mi culpa que ahora estamos así, tal vez si yo no existiera ninguno de ellos estaría en peligro.

Por otro lado estaba Chris, que también su expresión era seria, pero cada tanto conversaba un poco con nosotros, luego estaba Ryan, que se la pasaba sacándose mocos. Casi vomito al ver esa escena, y más cuando se percató de que lo miraba y me acercó su asquerosidad a la cara.

Chad estaba tarareando una canción de Linkin Park con sus audífonos puestos. Y su chaqueta se amoldaba perfectamente a su silueta, y algunos tatuajes se dejaban ver en su cuello.

Al llegar,bajé y era un bosque totalmente desconocido para mi.

-Hoy haremos resistencia, y entrenamiento de alas.- Anunció Zack mientras cerraba fuertemente la puerta de la camioneta. Debo admitir que su frialdad me causaba pavor.

-¿Cómo resistencia?- Me atreví a preguntar.

-La única resistencia que existe en nuestro mundo Alice, lamento decirte que tu mundo de chica normal no existe aquí. Ahora concéntrate o morirás con el primer demonio que se te cruce. Deja de decir estupideces.- Cuando terminó de decirlo el corazón se me estremeció , sentí como se achicharraba.

Las lágrimas se juntaban en mis ojos, pero no dejaría que salieran. Cada tanto mientras Zack seguía explicando cosas que no escuché una sola palabra, Ryan me miraba y me brindaba un apoyo. Era una mirada como diciendo ''Tranquila, todo estará bien''. Sonreí por ello.

-¿Qué pasa con ustedes dos?- De repente Zack nos fulminó con la mirada.

-No estábamos diciendo nada.- Soné lo más fría que alguna vez he estado. Captando la atención de todos los presentes.

-Alice conc..- No lo dejé terminar.

-Concéntrate o morirás con el primer demonio que se te cruce..- Terminé la frase dejándolo estupefacto. -Sé lo que quieres decir, y lo entiendo, no hace falta que me lo repitas mas de 20 veces.-Mordí mis mejillas por adentro.

-Comencemos.- Dijo de repente sin dejar de mirarme, hasta que se dió la vuelta.

Sin duda este no era el Zack que conocía, no era el Zack del que me enamoré. Este era un Zack frío, impulsivo y muy, muy imponente.

Luego de varias horas, anocheció, mis músculos estaban cansados al punto de que me temblaban, incluso la espalda, debido al peso que soportaban mis alas. El cuello lo tenía malditamente contracturado, pero creo que todo este sacrificio dará sus frutos. 

Al subir a la camioneta ya no tenía fuerzas para nada, me cansé de discutir con Zack, me cansé de toda esta mierda. sólo quería desaparecer y que todo terminara. De una puta vez. 

En definitiva, todo el viaje estuve mirando hacia la carretera. Al llegar sólo bajé de la camioneta, los saludé con una simple mueca y subí directamente al departamento. Con Zack casi pisándome los talones. Me metí en mi habitación cerrándole la puerta en la cara.

-Alice.. Abre.- Me ordenó.

-Ya, déjalo Zack.- Le susurré a través de la puerta.


-Lo siento.- Dijo de repente tomandomé por sorpresa.

-Yo también.- Me tiré en la cama llorando cuando escuché sus pasos lejanos. 

A n g e l ' sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora