Capítulo 38.

4.6K 336 10
                                    


Me desperté debido a un rayo de sol que asomó en mi ventana sin cortinas. El reciente sol hacia ver a la casa de madera bastante agradable, me sentí feliz después de bastante tiempo.

Me estiré e hice todas las cosas normales que uno hace cuando se despierta, me cambié con mi camisa de siempre, y mis pantalones holgados, y me encaminé hacia la vacía playa. 

En el transcurso que caminé hasta allí me había comprado dos manzanas verdes. Hacía mucho no comía. Me senté en la escurridiza arena y disfruté mi manzana, con la brisa y olas del mar. Sólo se escuchaba el ruido de mi manzana al ser mordida,las olas y las gaviotas revoloteando en busca de alimento.

Una mano tocando mi espalda me sacó de mis pensamientos. 

-¿Qué estás haciendo aquí? ¿Cómo me encontraste?- Le dije dejando de comer mi manzana y parándome de mi sitio.

-Debe ser porque escucho tus pensamientos, y no hay muchos lugares en el mundo donde haya una playa deshabitada y una casa abandonada. Sólo tu tienes esas ocurrencias.- Me dijo metiendo sus manos en la chaqueta.

-Vete.- Le ordené.

-No me iré Alice, primero debes escucharme.- Me dijo serio.

-Bien, entonces me iré yo.-Caminé uno o dos pasos en la dirección opuesta y me tomó del brazo haciendo que volteara.

-Alice, hablo en serio. Yo jamás quise besar a Amanda.- Me dijo apretando su mandíbula.

-Oh claro, tus manos se deslizaron solas hasta su cintura. Por supuesto, no estabas a gusto.- Le dije sarcástica mientras entrecerraba mis ojos.

-Jamás te traicionaría Alice, aún no sé como no puedes creerme después de todo lo que he hecho por ti.-Me observó.

-¿Entonces qué? ¿Fué una ilusión óptica?- Le pregunté irónicamente. 

-No.- Dijo seco.-Ella es un demonio Alice, no todos los demonios tienen este poder, sólo los más...''Poderosos''- Hizo comillas con sus dedos.

-¿Qué?- Dije frunciendo el ceño.

-Si, Amanda es un demonio, y una de las más poderosas. Por eso es tan amiga de Jane. Ella utilizó conmigo una especie de truco que es capaz de meterte en la mente de la otra persona y hacer lo que quieras con ella. Sólo lo hizo para provocarte, y separarnos.- Dijo y miró al suelo.

-Yo..Yo no lo sabía.- Dije realmente apenada.


Era realmente una jodida estúpida.. Jamás le di la oportunidad de decirme que había pasado. Sólo saqué mis propias conclusiones y actué. No escuché a Zack, dios.. Me golpearía.

-Lo sé. Me tomó bastante trabajo encontrarte.- Me abrazó de repente. Yo correspondí el abrazo.

-Lo lamento tanto Zack, en serio.- Dije al borde de las lágrimas.

¿Cómo había podido ser tan estúpida?

-No te preocupes, tu no sabías, no sabías que Amanda era un demonio. Tranquila, yo debí habértelo dicho antes.- Frunció levemente sus cejas.

-¿Cómo es que siempre me encuentras y me rescatas?- Dije de repente mientras él tardaba unos minutos en responder.

-No lo sé.. Es el amor que siento por ti, siempre te encontraré gracias a ello. Y jamás jamás dejaré que nada te pase, aún si eso fuera lo último que haga en la vida.- Me explicó.

-Te amo Zack.- Le dije , y le di un largo beso en los labios. Lo cual correspondió muy rápidamente.

-¿Volverás al departamento, verdad?-Me dijo.

-Me obligarás de todas formas.- 

-Buena chica.- Dijo y me guiñó el ojo, y yo sólo puse los ojos en blanco. 

Estúpido egocéntrico.

-Sí, lo soy, pero me amas.- Dijo mientras tomaba la manzana que estaba comiendo, y le daba un mordisco. Me dedicó una mirada, y siguió caminando. 

-Oye!- Me quejé. -Esa era mi manzana.- 

-Ahora es mía.- Dijo y dio unos mordiscos más y al poco tiempo la manzana se terminó. 

Caminamos hasta la pequeña casa que había estado antes, y recogí mi bolso. Aunque no lo crean, extrañaría muchísimo este lugar. Sentí melancolía. Esta casa a pesar de no haber estado conmigo mucho tiempo, me transmitió muchas cosas. Lindas y malas, conoció cada faceta de mi.  
Y ahora tenía que dejarla.. Pero volveré. 


-Zack..-Le dije y me miró expectante. -¿Cuándo nos casemos, viviremos aquí?- Le pregunté y luego me avergoncé por mi ocurrencia, ya estaba pensando en el matrimonio. Mis mejillas se tornaron rojas , odiaba eso de mi.. Siempre me delataba, mis mejillas se ponían rojas por vergüenza, bronca o incluso sólo de llorar mucho.

Zack rió a carcajadas.

-Está bien princesa, pero no te parece un poco.. ¿Rústica?.- Dijo mientras observaba la casa.

-Lo és , pero me encanta así. Es muy natural.- Sonreí involuntariamente al elevar mi cabeza observando el techo de madera de la casa.

Observé a Zack, y me estaba mirando fijo. 

-¿Qué pasa?- Le pregunté.

-Nada.. Sólo que, te ves hermosa Alice. Te he extrañado demasiado. No te das una idea lo preocupado que estaba. Casi mato a Amanda.- Dijo y miró al suelo.

-Hey.- Le dije y me acerqué a el acunando su cara entre mis manos. -Ya estamos juntos devuelta, y nada podrá separarnos.- Sonreí y besé cada uno de sus párpados. A lo que él rápidamente sonrió. 

-Eres increíble Alice Price- Dijo sonriendo de lado. 



A n g e l ' sTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon