Cartas de Sangre

Un corazón roto en medio de la guerra.

Las ideas me hacen querer vomitar, las lágrimas corren por mis mejillas nuevamente, quiero golpearlo.

—Pequeña inocente — susurra Jack en mi cuello

Tiemblo.

Veo a Axel recargarse en la esquina de la réplica de mi armario, Jack está parado a unos pocos metros de mí, su mirada es reclamadora, como si yo lo hubiese lastimado.

— ¿Qué pasa? — me escucho susurrar como estúpida.

—Ya conoces a Marcos — dice Jack haciendo un ademan con la cabeza para presentarlo — mi mejor amigo

Mi respiración es entrecortada, respiro con dificultad.

—Mejores amigos — repito en voz baja

—Nos conocimos en el psiquiátrico — me explica Marcos

Lo miro.

—Y él es mi hermano —dice señalando a Axel.

Mi mirada recae en Axel.

—Es un gran actor, ¿no te parece? — dice Jack en un susurro.

Niego con la cabeza, no puedo creer esto, no puedo creerlo.

— ¿Qué....que es esto? — susurro con voz poco audible.

—Sucede que no deberías confiar tan pronto en las personas — dice Axel.

Su voz ya no me da paz, me da rabia, coraje.

Lo miro con el ceño fruncido.

—Me... engañaste —le respondo

Él asiente.

— ¿Por qué? — le grito

—Porque yo lo pedí — me explica Jack

Giro a mirarlo.

—Y porque fue mi compañero de celda en el psiquiátrico — me dice Axel.

El mundo deja de girar.

—Nos separaron al entrar porque temían que incendiáramos el lugar como incendiamos la escuela — dice Marcos — él fue compañero de castigo de Jack, y por ser casi de edad similar nos hicimos buenos amigos.

—Los 3 están locos —susurro.

—Mentalmente inestables —me dice Axel — así como te sientes tú por tanto muerto en tu espalda

Lo ignoro, aunque sé que lo que dice es verdad, terminaré loca.

—Tú —miro a Jack — ¿planeaste todo?

El asiente orgulloso.

—Tenemos que asesinar a los demás, siguen por ahí —dice Marcos

Tiemblo.

Miranda

— ¿Por qué los quieres matar? —Grito — ¿me querían a mí, no? ¡Aquí me tienen!

Axel está girando un arma con en su dedo índice.

—Peter es mío — vacila y me mira— Miranda también.

Un escalofrío me envuelve.

Mi cuerpo se comienza a agitar, me muevo con violencia, Jack me sostiene fuerte por los hombros cuando trato de acercarme a Axel.

Aprieta mis hombros para que me tranquilice, no lo logra, la furia se está descontrolándose.

Un golpe en mi espalda me hace estremecer, es un látigo negro, estoy segura que terminaré con marcas, a pesar del dolor continuo queriendo agarrar a Axel, quien se burla de mí con su mirada.