Cartas de Sangre

EPÍLOGO.

La suave brisa de Marzo me golpea mientras las lápidas grises parlotean en colores por las flores, la brisa apenas me moja mientras veo a el cabello negro recién teñido de Kath frente a la tumba de su hermana, el cabello negro es reciente, tras liberarla de su hermana se lo cambio, según le dijo a Peter mientras él la consolaba en el hospital, a su hermana le gustaba rojo y no podía estar con ese color no sin su hermana, no entiendo, la liberé de esa bastarda que ni era su familia, no me buscó para agradecerme, de hecho no me ha buscado para nada, he estado escondido ya que estoy siendo buscado por la policía, me he escondido en mi casa, ya que nadie piensa que sería tan estúpido para ir ahí.

Kath llora en la tumba, ¿por qué llora? ¿Por qué sufre tanto? son preguntas que no logro responder

Tal vez está triste porque ahora vive con Peter, ¡SI! seguro eso es, tengo que liberarla también de él, así me amará nuevamente y se quedará conmigo.

Antes de realizar la limpieza en el hospital le deje una carta en su casa, salí del hospital a las 2 de la mañana, el oficial trató de detenerme y digamos que me quede con su arma. Y su brazo. Me enteré que Kath saldría el día siguiente y agradecí, ya no soportaba el olor a muertos dentro de la morgue, y más aún los cortes que me hicieron los doctores al prepararme para sacarme los órganos. Escribí una carta donde le contaba a Kath lo que se aproximaba, le conté cómo asesinaría a Peter y a esa mocosa a la que le llamaba hermana y cómo la asesinaría a ella si intentaba algo, si no, solo iría por ella para ser felices.

En la madrugada entré a su casa, apestaba a comida echada a perder, había una bolsa de huesos débil, creo que es su perra, Bella, no pudo hacer nada, además sé que la ama así que no me acerque a dañarla, solo ladraba y gruñía, la ignoré, deje la carta en su closet y salí de ahí, al día siguiente la vería y seguramente no iría al hospital.

Esperé pacientemente a que dieran las 11:45, la hora donde salía a ver la televisión con mis amigos en el hospital psiquiátrico, escuché que Peter saldría a las 12 así que tendría 15 minutos para torturarlo, robé el vestuario del oficial que intentó detenerme en la noche pasado, me quedo flojo ya que el hombre era gordo, me vestí mientras miraba el cuerpo mutilado del hombre dentro del armario de hielo que tienen en el hospital, se ve mejor sin brazos, creo.

Lo demás está borroso, sé llegué al cuarto de Peter haciéndome pasar por oficial, nadie sospechaba, al abrir la puerta estaba listo para arrancarle la garganta pero no había nadie ahí, el hijo de puta salió antes, el maldito salió antes.

La vista se nublo, era en este momento cuando las enfermeras del psiquiátrico me daban pastillas, pero ahora no era así, ahora estaba libre, libre con las voces en mi mente, libre con mi sed de sangre y ya que Peter no está, Miranda pagará todo.

Salí del cuarto y me dirigí a la habitación de Miranda, había médicos revisándola, parece que había despertado, sí, los ojos estaban abierto, estos ojos se posaron en mí, pareció reconocerme pues electrocardiógrafo comenzó a alterarse, su corazón latía a mil por horas, una sonrisa se hizo presente en mis labios, suda, ella estaba sudando, el miedo salía por sus poros, los médicos no entendían la alteración hasta que el médico miró a sus ojos y giró a la puerta, donde yo lo esperaba sonriendo y con el arma arriba, no me gusta postergar lo obvio así que solo disparé alterando a los demás médicos a quienes también asesiné con un disparo en medio de la cabeza, la puerta comenzó a ser tocada, golpeada fuertemente.

— Está ocupado — grite con calma mientras me acercaba a Miranda

Lágrimas comenzaron a salir de los ojos temerosos de Miranda, ella sabía lo que venía, por desgracia no tuve mucho tiempo, antes de que muriera desangrada logré que sintiera como las mejillas fueron cortadas de largo a largo, como logré sacar su ojo de su lugar y arranque la órbita, no se pudo defender así que todo fue muy fácil, la sangre que salía no era suficiente para lo que quería hacer, así que decidí quedarme con sus brazos, ella lo sintió porque estaba muriendo, pero aún no estaba muerta, así que se defendió a gritos débiles, finalmente pude arrancar ambos, la sangre brotaba y pude escribir el mensaje para mi princesa, giré a mirar a el cuerpo hermosamente decorado de la bastarda, tiene demasiado, así que, decido arrancarle un pierna.

Salí de la puerta y me encontré con policías y doctores tratando de derrumbarme, los disparos sonaron por todas partes, una enfermera intentó entrar el cuarto y le disparé en el oído, cayó instantáneamente, disparos, más disparos, no me detienen, no pueden detenerme, no logran hacerlo, muertos, 1...2... heridos, bala, bala, bala , bala 1,2,3,4,5.... gritos, muchos gritos..

La voces en mi cabeza me dijeron que corra, que debía correr, y lo hice, salí del hospital y hui entre matorrales, pasaron minutos, llegaron más oficiales, taxi. Un taxi, Kath, una feliz Kath, mi princesa estaba feliz, estará más feliz en un momento.

Corrí a la ventana del cuarto de Miranda para ver a mi niña, estaba llorando, tenía la mirada perdida, no estaba feliz ¿por qué no estaba feliz? Veo a Peter llegar, lo veo abrazando a mi princesa, ¿cómo se atreve?

Cargué el arma una vez más, listo para acabar con otra vida. Sin embargo la policía detuvo la acción, había oficiales por todos lados, no me arriesgué, así que corrí y me escondí.

Ahora, estoy escondido mientras Kath y Peter se despiden de las tumbas, los veo, tienen el auto de los padres de Kath con 2 maletas y sus perros, un camión se llevó las cosas de ambas casas ésta mañana, no supe a donde iban.

No sé a dónde van, los veo subiendo al auto, Peter besa su mano tras entrelazarla con la suya, Kath no tiene maquillaje solo sus cejas, todo quedó en los pañuelos que utilizó para limpiar sus lágrimas al enterrar a su hermana, el auto es encendido y avanza, Bella me ve y comienza a ladrar, fuerte, Kath gira a mi dirección y yo me escondo.

No sabe que estoy aquí, no sabe que siempre estaré tras ella.

Suspiro y murmuró su nombre antes de caminar tras el auto.

Mi querida Kath.

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MUCHAS GRACIAS POR SEGUIR ESTA HISTORIA, AUN NO SÉ SE HABRÁ SEGUNDA PARTE, ESTOY PENSÁNDOLO.

GRACIAS INFINITAS <3 

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