Capítulo 18

78 17 5
                                    

Narrador
4 meses después del accidente.

La enfermera satisfecha le dio un último vistazo.
-Tienes un cabello maravilloso,Amanda.
-Gracias,lo poco que hay.

Contesto Kate triste.
Durante los siete días de la ausencia de Ian,había recuperado la voz por completo y ya podía caminar sin muletas aunque le dolia la pierna si se esforzaba demasiado.
El estaba a punto de llegar en cualquier momento y ella estaba nerviosa.
La enfermera se puso frente a ella y le contesto.
-No,eso es lo que quiero decir,no a todo el mundo le queda bien el pelo corto,a ti te queda fenomenal.
-Espero que así sea.

Dijo riéndose con la enfermera.
Se hallaba sentada en un sillón,con la pierna derecha descansando sobre un taburete.
Un bastón se apoyaba en la silla,tenia las manos colocadas sobre el regazo.

Las enfermeras se encontraban tan nerviosas como ella misma por la inminente llegada de Ian,
después de haber permanecido fuera de la ciudad durante más de una semana,la habían engalanado como si fuera una novia que esperaba a su futuro marido.

-Ya ha llegado.

Anuncio una de ellas en un susurro metiendo la cabeza por la puerta.

La enfermera que estaba junto a Kate le dio un apretón en el hombro.
-Estas guapísima,se va a quedar encantado.

No se quedó exactamente encantado,pero se sorprendió momentáneamente.
Ella le observó abrir un poco más los ojos cuando la vio sentada en el sillón,vestida con ropa de calle,la ropa que Susan y ella habían comprado por la web días antes.

-Hola Ian.
Al oír su voz,se quedo aun más sorprendido.
El corazón le dio un vuelco.¡¡¡lo sabia!!!
¿habría cometido un error?
¿lo llamaba Amanda por algún otro nombre?
Contuvo la respiración, esperando a que el la señalara con el dedo para decirle ¡¡impostora mentirosa!!

En vez de eso se aclaro la garganta con dificultad y le devolvió el saludo.
-Hola Amanda.
A través de su nariz perfectamente estilizada, exhalo pequeños hilos de aire,pues no quería expresar su alivio dejando escapar la respiración que había estado conteniendo durante tanto tiempo,hasta llegar a dolerle el pecho.

El se adentro en la habitación y con aire distraído,dejo un sobre y un ramo de flores sobre la mesilla de noche.

-Estas muy guapa.
-Gracias.
-Y ya puedes hablar...no tienes dolor.
-Sí,por fin.
-Tienes una voz distinta.
-Ya te dije que era por la inalacion de humo,por ahora está así puede que con el tiempo cambie,¿no recuerdas?
Dijo con rapidez.
-Sí, pero no la esperaba tan...distinta...es decir antes era más...
-No lo digas ya no la recuerdo,pero puede que me cambie y con el tiempo vuelva a ser la misma.
-Me gusta.
No podía quitarle los ojos de encima,si las cosas entre los dos fueran como debieran ser,
el estaría de rodillas acariciandole su nueva cara con las yemas de los dedos cómo un ciego,sorprendiéndose de la suavidad de la piel y telegrafiando su amor,con gran desilusión por parte de ella,Ian mantuvo una cuidadosa distancia.

Como de costumbre llevaba tejanos,eran viejos y suaves para cubrir como un guante la parte inferior de su cuerpo.
Kate no quería perderse por su propia curioso dad femenina,de modo que con determinación,sostuvo la vista por encima de la solapa de su americana deportiva.
La vista desde el ángulo de el también era muy buena,su mirada era casi tan penetrante como la de el.
Nerviosa,se cubrió el pecho con la mano.
-Me estas mirando fijamente.
El bajo la cabeza pero solo una fracción de segundo para volver a levantarla.

-Lo siento,supongo que realmente no esperaba que nunca volvieras a ser tu misma...y estas como antes,a excepción del cabello.

Un temblor de placer le sacudió el cuerpo,porque su treta había funcionado.
-¿Tienes frio?
-¿Que?¿frio?no.
Intento desesperadamente cambiar de tema.
-¿Que es eso?
El le siguió la mirada hasta el paquete que había traído.
-Ah,son tus objetos personales.
Se disipó toda su alegría y tragó con dificultad.
-Lo que llevabas puesto el día del accidente,mi madre fue ayer a recogerlas.
Le extendió el sobre,Kate se lo quedo mirando como si fuese una serpiente venenosa y le daba el mismo miedo tocarla.
Sim embargo comprendiendo que era inevitable lo tomo entre sus manos.
-No me tome las molestias de hacer el inventario,
será mejor que tu lo hagas ahora.
-Lo haré más tarde.
-Supuse que querrías recuperar tus joyas.
-Ah..si,simplemente que no es muy cómodo ponerse anillos ahora,mis manos están ya casi normales pero me siguen molestando,creo que me resultaría difícil,quitarme y ponerme anillos.
-Seria la primera vez que te ocurriese ¿verdad?por lo menos en lo que se refiere en tu alianza.

REFLEJADA EN SU ESPEJOWhere stories live. Discover now