Capítulo 20

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P.v.o Kate

Ya era la hora,no sabia porque estaba más nerviosa,por salir en todos los medios o por ir a esa casa desconocida llena de desconocidos.
Cogí las gafas de sol de la mesilla y me las puse.

-Creo que seria mejor no llevarlas,no queremos que piensen que estamos escondiendo algo.
-De acuerdo...
Me las quite y las metí en el bolsillo de mi americana beige,que hacía juego con los pantalones.
-¿Estoy bien?
Le pregunte nerviosa a Ian y Eddie.
Eddie levantó el pulgar y dijo:
-Impactante.
-Un chiste muy malo.
Comento Ian con una preciosa sonrisa.
Me palpe el pelo el pelo corto.
-¿Mi pelo?
-Muy elegante,bueno ya hemos hecho esperar demasiado a los buitres,
vamonos.

Salimos los tres de la habitación por última vez y recorrimos el pasillo hasta la entrada,ya me había despedido de los empleados y de algunas amigas enfermeras que había hecho pero al pasar por la enfermería me pare a dar besos y abrazos,ya había intercambiado teléfonos antes así que les dije que las llamaría cualquier día para tomar algo,así podría conversar con gente como yo.

Cuando llegamos a la fachada de cristal ahumado algo me resultaba extraño.

-¿Una limusina?
La horda de periodistas todavía no podía verlos,
pero distinguía claramente lo que había en el exterior.
Un cadillac negro se encontraba aparcado en el bordillo,con un chófer uniformado a su lado.

-Es para que los dos pudiéramos protegerte.
Me explico Eddie.
-¿Protegerme de que?
-De la multitud,el conductor ya ha guardado tus cosas en el maletero,
dirígete al micrófono suelta tu discurso,niegate educadamente a responder a sus preguntas y a continuación,te vas hacia el coche.

Me miró un momento,como queriendo asegurarse de que había entendido sus instrucciones y se volvió hacia Ian.

-Tu puedes contestar un par de preguntas si quieres,calibra tu simpátia,mientras te resulte cómodo aprovéchate de la situación,si la cosa se pone fea,uriliza a Amanda cómo escusa para marcharte,¿preparados?

Se adelantó para abrir la puerta,miré a Ian y pregunté:
¿Cómo aguantas que te de tantas ordenes?
-Para algo le pago.

Tomo nota mental de no criticar a Eddie,en opinión de Ian,su directorde campaña estaba por encima de toda crítica.
Eddie estaba sujetando la puerta,Ian me tomo del brazo y me animó a salir,
los periodistas y fotógrafos hasta ese momento eran una masa informe y clamorosa entonces,se hizo un silencio expectante al ver que la esposa del candidato al Senado, aparecia ante ellos después de meses de reclusión,uff siempre había estado en el lugar de ellos,respire profundamente y salí al exterior.
Me dirigí al micrófono, tal como me había dicho Eddie que hiciera,me parecía a Amanda Daniels,
lo sabia,resultaba sorprendente que la suplantación no la hubiera detectado ninguno de los más allegados a Amanda,ni siquiera Ian que era su marido,pero claro,ninguno de ellos tenían razones para dudar de que yo era quien decía ser,no estaban buscando a una impostora por lo tanto no la veían,pero mientras me acercaba al micrófono,temí que los extraños detectaran,lo que no habían hecho los íntimos,alguien podia saltar de la multitud, apuntarme con un dedo acusatorio y gritar: ¡¡¡IMPOSTORA!!!

Por eso el estallido de aplausos espontáneos me sorprendió,a los tres,
también a Ian e incluso a Eddie,que no perdía nunca la compostura,a todos los pilló por sorpresa.

Di unos pasos vacilantes y mire a Ian con inseguridad,el me dedico una resplandeciente sonrisa de héroe norteamericano,la cual me compensó,por todo el dolor y los meses de angustia tras el accidente,mi confianza quedo tremendamente estimulada.

Con elegancia hice un gesto para que cesarán los aplausos,a medida que fueron callando pronuncie unas tímidas gracias.

A continuación me aclare la garganta,ladee ligeramente la cabeza,me humedecí los labios con la lengua y empecé a recitar el breve discurso.

-Gracias,señoras y señores por estar aquí para darme la bienvenida después de mi larga hospitalizacion.
Desearía extender públicamente mis condolencias a todos aquellos que perdieron a seres queridos en aquel vuelo 398 de Aire América.
Sigue resultandome increíble que mi hija y yo sobrevivieramos a tan espantoso y trágico accidente.
Probablemente no lo hubiera conseguido de no haber sido porel constante apoyo y ánimo de mi marido.

-Señora Daniels,considera ¿considera responsable apósito Aire América del accidente?

-No podemos hacer ningún comentario hasta que no finalice la investigación y la junta nacional de seguridad en el transporte haga públicos los resultados.

Eso lo contesto Ian por mi.
-Señora Daniels,¿tiene intención de presentar demanda presentir daños y perjuicios?

De nuevo contesto Ian por mi.
-En estos momentos no tenemos intención de presentar ninguna demanda judicial.
-Señora Daniels¿recuerda haga abertura sacado a su hija del avión en llamas?
-Lo recuerdo ahora,pero no al principio,respondí a un instinto de supervivencia no recuerdo haber tomado una decisión consciente.

Respondí antes de que Ian pudiera abrir la boca,ni que fuera tonta.

-Señora Daniels¿en algún momento de la reconstrucción de su rostro,llego a dudar de que se pudiera hacer?
-Confiaba plenamente en el cirujano elegido por mi marido.

Ian se inclinó sobre el micrófono,para que pudieran oírlo por encima del ruido.
-Como pueden ustedes imaginarse,Amanda tiene ganas de llegar a casa,si nos perdonan por favor.

Me empujó hacia delante,
pero la multitud se lanzó sobre nosotros.
Un periodista particularmente pesado se interpuso entre nosotros y coloco el micrófono ante Ian.

-Señor Daniels¿le acompañará ahora la señora Daniels en su campaña electoral?
-Amanda tiene unos cuantos viajes,pero habrá ocasiones en que se sentirá más agusto en casa con nuestra hija.
-¿Cómo está su hija señor Daniels?
-Esta bien,gracias ahora si pudiéramos...
-¿Padece alguna secuela después del accidente?
-No más preguntas por favor.

Con Eddie abriéndonos paso entre la multitud,
en su mayoría eran simpáticos,pero aún así verme rodeada de tanta gente,me daba la sensación de que me ahogaba.

Hasta entonces me había encontrado siempre al otro lado,por el rabillo del ojo vi el logotipo de K-Tex,pintado en un lado de la cámara,por instinto volvi la cabeza en aquella dirección¡¡¡era Ben!!!
Por un momento me olvide de quien era ahora,lo quería abrazar y sentir su olor a axel que tanto me gustaba,el era como si fuera mi hermano,lo tenia tan cerca y a la vez tan lejos.
Una vez acomodada en mi asiento de la limusina, recordé lo que era estar en la redacción,con el sonido de los teléfonos, los graznidos de las emisoras de radio de la policía,el constante entrar y salir de los periodistas y sobre todo a Nessa,George y Ben,esto iba a ser muy difícil sin ellos.
A medida que me alejaba del lugar que había sido mi refugio durante meses,
sentía una terrible nostalgia por la vida de Kate Olsen.
¿Que habría hecho Nessa con nuestro apartamento?
¿lo había vendido?
¿Había dado mi ropa?
¿Quien se la estaría poniendo ahora?
De pronto sentí como si me hubieran desnudado y violado,pero había tomado la irrevocable decisión, de mantener a Kate Olsen indefinidamente muerta,no sólo mi carrera,sino mi vida y la de Ian estaban en peligro.

REFLEJADA EN SU ESPEJOOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz