Capítulo 11

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Termino el almuerzo y esas dos no salen, suspiro y empiezo a poner la mesa para sentarme a almorzar, ver lo que cociné hizo que mi apetito creciera nuevamente y el cereal se fuera a otro lado. Mi mamá me da un leve golpe en la espalda y me señala hacia Vanessa que viene caminando desde el pasillo para la sala, me quedé embobada, está hermosa, no entiendo como hace para verse tan hermosa.

Con descaro la escaneo de arriba abajo y viceversa. Lleva una blusa holgada rosada de tiras, con unos jean rotos en las rodillas, ver sus hombros al descubierto y me gusta porque la hace ver más blanca de lo que es. Tuve la oportunidad de besar y morder, probarlos en el baño, algo que de seguro Antonella no tendrá jamás. No me percaté de que tenía la boca abierta hasta que mi madre tuvo que hablar.

— ¡Valery! Te entrarán mosquitos — Me regaña y cierro mi boca, sonrojándome — ¿Quién es? ¿Es buena persona? ¿Trabaja? ¿Estudia? — Empezó su interrogatorio.

— Es mejor que no le digas que estuvo preso — Comenté triunfalmente.

— ¡Vanessa Andrea Nouel! No irás a ningún lado con ese ex-convicto — La regañó y me sentí orgullosa de mí misma.

— ¡Valery! — Exclamó mi hermana indignada y malhumorada — Madre, ¿En serio, le creerás a Valery? — Estaba molesta, le importa la chica al parecer.

— Es broma mamá — Solté caminando hacia la cocina buscando el almuerzo — Es una chica, madre. Tu otra hija le gustan las chicas — Comenté de mala gana — Al menos sabes que no saldremos embarazadas por un descuido — Tratando de aliviar la tensión que tengo sobre mis hombros.

— ¡Valery! — Exclama con dramatismo mi madre, niego con la cabeza. Si ella entra a un concurso de La Mejor Actriz de Drama, mi madre se lleva el premio — ¿Por qué siempre tiene todo que ver con el sexo?

— Eso es lo que más te preocupa, madre — Digo sonriendo — Además, ¿De que te ofendes, si tuviste buen sexo con papá? — Comento riéndome.

— ¿A dónde irán, Vanessa? — Escucho más cerca a mi madre, y me golpea en la cabeza.

— No lo sé — Se encoje de hombros.

— Solo relájate, madre — Le di un golpeteo en el hombro — Vanessa está en edad para sentir algo más dentro de ella que comida y agua — Al decir eso mi madre me dio un golpe en el hombro — ¡Joder! ¿Qué te picó?

— ¿Qué me picó? ¡¿Qué me picó?! — Dijo imitándome — No me hables así, muchachita. Soy tu madre, que no se olvide — Vanessa a estas alturas se estaba riendo de nosotras.

— Se está riendo de ti, madre — Dije muy seria y Vanessa dejó de reír de golpe.

— ¿Qué? ¡No! No mamá — Decía protegiéndose de los golpes que le daba mamá con el trapo de la cocina, mientras me reía de ella — No me estaba riendo de ti.

Todos estuvimos riéndonos de las cosas que hacíamos para que mamá se enojará más y nos golpeaba, me muevo con cuidado para colocar los platos en la mesa para comer, en eso sonó el timbre de la puerta, miro a mi madre y mi hermana, riéndose aún, así que voy abrir. Volteo a verlas y Vanessa se está arreglando la blusa que se le había subido y me encontró viendo su estómago plano y se la bajó rápido.

Abro la puerta y ella da un paso dentro de la casa y Vanessa se apresura para darle un beso y un abrazo de bienvenida, me separo de la puerta y voy hacia el comedor para comer, tengo mucho apetito como para desperdiciar mi hora de comida por alguien sin importancia. Mi hermana la presenta a mamá con mucha emoción, está adelantándose mucho sin tener nada seguro.

No quiero darle mucha importancia a estos celos y la rabia que siento al verla con otra. Siento la mirada de Vanessa sobre mí, niego con la cabeza porque sé me pide que vaya a saludar a la tipa y no quiero. Lo último que quiero es arruinarle la salida, que se divierta mientras puede con esa. Empiezo a probar la comida ignorando sus risas, doy sorbos pequeños a mi bebida y pruebo de poco. Me llega un mensaje de Danielle.

Danielle: ¿Seguirás enojada conmigo?

Valery: Valoro mucho mi vida como para desperdiciarla en estar enojada contigo.

Danielle: ¿Hasta cuándo dejaras de andar a la defensiva?

Valery: ¿Cómo está tu "amiga" Alexa?

Danielle: Bien, muy bien.

Valery: Me alegra.

Danielle: Amor ¿Cómo estás tú?

Valery: Lo supieras si estuvieras más pendiente de mí que de Alexa.

Danielle: ¿Vas a empezar a pelear?

Valery: No, para nada, solo comento.

Danielle: No estés celosa, no somos nada, amor.

Vanessa: ¿Por qué te comportaste así Antonella? ¿No te gustó?

Los mensajes llegaron al mismo tiempo, reviso el de Vanessa primero. Cuando ando con alguien que me gusta, trato lo menos posible usar mi celular para darle toda la atención posible, pero si Vanessa hace eso, entonces ¿Quién soy yo para responder después?

Valery: Realmente, no es para ti, pero acepto tu decisión.

Vanessa: ¿En serio? Tienes que tratarla para que cambies de opinión.

Valery: Estamos bien así, no quiero gracias. ¿Qué tal la pasas?

Danielle: ¿Estás muy ocupada que no me has respondido o estás con alguien más?

Valery: Si estoy ocupada.

Vanessa: ¿Divirtiéndome? Está escribe que escribe mensajes no sé a quién, según ella a las personas que trabajan en su oficina.

Valery: Lamento decirlo, hermanita, pero no le interesas.

Vanessa: Eso ya lo sé.

— ¿Por qué no me serviste? — Dice mi mamá pero me asusto.

— ¡Joder, mamá! No hagas eso — Le reprendo — Estabas con tu nuera hablando entusiasmada

Le sirvo el almuerzo, mientras ella se acomoda en la mesa para almorzar. Suena mi celular por un mensaje, pero lo dejo un momento porque necesito probar mi almuerzo caliente o luego lo dejo. Reviso los mensajes

Danielle: ¿Qué quieres decir con eso?

Danielle: ¿No piensas responder?

Danielle: Haz lo que te de la puta gana.

Sonreí porque siempre hago lo que me da la gana. Abro el mensaje de Vanessa y le respondo.

Valery: Vente conmigo, yo si te haré divertir.

Vanessa: ¿Cómo?

Valery: Tengo mis métodos.

Vanessa: Creo que será para después, entramos al cine.

Valery: ¿Cine? Yo te doy cama y película de una vez.

Vanessa: Ella me dará cama luego. Cuídate hermanota. Kiss.

¿Le dará cama? Le dará cama. Golpeo la mesa con la mano cerrada, llena de frustración y molestia, celos y enojo, mamá se me queda mirando y la verdad es que yo misma me tendría miedo. Solo yo puedo llevarle a la cama, solo yo puedo darle cama. 

Mariposas DesorientadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora