Capítulo 27

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Vanessa ha estado trabajando en una tienda de ropa con una diseñadora. Hoy tengo día libre y estoy con mamá acomodando todo aquí en la casa, se tiene mucho tiempo que no se le hace un pequeño cariño. El padre biológico de Vanessa ha dejado la cita para dentro de una semana porque ha estado viajando por cuestiones de trabajo y no tiene tiempo para verla. Estoy un poco feliz por eso.

—¿Por qué nunca le has reclamado a Vanessa el no haberte escrito ni llamado en este tiempo que estuvo fuera? — Pregunto de la nada.

—¿Qué? — Pregunta mirándome mientras arrastra uno de los sillones para que limpie en ese lugar.

—Siempre me estuve quejando y tú simplemente estuviste tranquila — La miro por un instante y ella asiente.

—Estuve en contacto con ella — Comenta muy tranquila pero yo me enoje.

—¡¿No pudiste habérmelo dicho?! — Pregunto sobresaltada.

—Por esta misma razón no te lo dije antes — Rueda los ojos y mueve el sillón.

Me siento indignada y molesta, me vieron la cara de estúpida. Me quejaba porque ella no me llamaba ni escribía, pero a mamá la mantenía al tanto de todo. Resoplo y me mantengo para no hacer un berrinche y tratar de controlarme un poco para no explotar con ella sino con Vanessa, poder reclamarle el hecho de que nunca me llegó a hablar a mí pero a mamá sí y las dos me lo ocultaron.

Pasamos toda la mañana arreglando la casa, me siento agotada pero tengo que hacer el almuerzo mientras mamá se ducha. Aun no llega Vanessa del trabajo ni ha llamado para avisarnos si vendrá o no. Escucho a mamá hablar por teléfono y sé que es con Lucia, mi celular suena con un mensaje y es de Danielle diciendo que ha vuelto de viaje con la jefa de ella y que quiere hablar conmigo.

No la he visto desde la última vez que fue en el club y de ahí se desapareció, no volvió a escribirme o a llamarme, no me hizo falta pero también tengo cosas que hablar con ella que son importantes, le respondo para encontrarnos en un café esta tarde para que hablemos tranquilamente, acepta y le dejo de responder para terminar el almuerzo antes de que mamá salga de la ducha.

—Lucia vendrá a almorzar y trae la ensalada y algo para tomar — Avisa mamá al salir de la ducha.

—Está bien, me iré a duchar, tú la recibes — Camino hasta mi cuarto para irme a duchar.

Busco en mi caja donde tengo guardada todas mis cartas para Vanessa, suspiro tres veces para tomar el valor y dejarlas en la cama. Estaba esperando tanto el momento correcto para dárselas que ahora lo creo muy conveniente para las dos. Reviso mis mensajes y hoy será el día en que termine con Danielle y pueda continuar con mi vida, por los momentos sola porque no creo que le perdone esto a Vanessa.

Camino hasta el baño para darme una buena ducha, me siento sucia y muy cansada, creo que después de esto me quedaré dormida y no almorzaré, es más cansado trabajar en casa que ir a tu propio trabajo donde ganas dinero. Abro la regadera y me ducho con agua caliente primero para relajar mis músculos.

Estoy en el cuarto para vestirme e ir al comedor, escuché que alguien llegó y salgo de mi cuarto, choco con Vanessa pero la ignoro, paso de ella, tengo que comer para pensar bien que es lo que haré, entra a su cuarto mirándome extrañada. Me encuentro con Lucia y la saludo con un beso en la mejilla y nos sentamos a comer tranquilamente, mamá pide que esperemos a Vanessa pero la ignoro.

—¿Cuándo vas a trabajar? — Pregunta Lucia.

—Mañana, es que me dio el día libre porque tenía que salir — Respondo llevándome un poco de comida a la boca.

Mariposas DesorientadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora