Capítulo 15

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Ese almuerzo de hace unos días atrás estuvo horrible, después de terminar, Danielle no quería irse, llegó Antonella por Vanessa; mamá con esa señora que no tengo idea. El fin de semana estuvo aburrido. Han pasado varios días desde que nos besamos, pero aún no sé qué sucede entre nosotras. Verla con esa chica me mata de celos, odio que esté saliendo con ella cuando ni siquiera se divierte.

Ella cree que me puede alejar de mi hermana pero hay algo que no sabe, es que somos inseparables, ahora menos porque el amor que siento por ella es diferente al que le tenía hace unos años atrás. Hoy no he salido del cuarto estoy algo enviciada con un jugo que tengo en mi laptop, también tengo que hablar con Danielle, quiere aclarar algunas cosas conmigo sobre su trabajo, según tiene que viajar.

No he sabido nada de mi hermanita desde ayer en la noche que salió con su novia, desde ese momento estoy encerrada, no quiero salir y encontrarme con ellas muy amorosas. Escucho que abren la puerta de mi cuarto no me tomo la molestia de voltear porque tengo el leve presentimiento de que es Vanessa, siento su mirada curiosa sobre mi cuerpo, me siento estremecer porque es como si me estuviera tocando.

— ¿Qué haces? — Pregunta pasando dentro al cuarto.

— Cosas en mi laptop — Respondo sin mirarla.

— ¿Me dirás o es confidencial? — Pregunta sentándose en el piso.

— Es confidencial — Responde encogiéndose de hombros. — Siéntate en la cama — Digo mirándola de reojo.

—Me siento más cómoda aquí — Dice y mueve sus piernas para cruzarlas.

— Eres rara ¿Sabes? — Dice sonriendo.

— Tienes una hermosa sonrisa — Comenta ladeando la cabeza sonriendo.

— Lo sé — Me encojo de hombros — ¿Tu novia? No la he visto por aquí — Comento frunciendo el ceño.

— No — Ladea su cabeza sin saber bien que decir después — No es mi novia — Dice molesta y divertida a la vez — ¿Celosa?

— ¿Celosa? ¿Yo? — Pregunta riéndose sin ganas — No muñeca, para nada — Sonríe maliciosamente — Eres mía.

— Se nota que estas celosa — Dice entre risas — Solo te falto decir "ángel" para parecer Patch Cipriano — Suelta una carcajada fuerte.

Frunzo mis labios, ella y sus locas cosas sin sentido, está tirada en el piso agarrándose el estómago porque me duele de tanto reír, se está divirtiendo a costilla de mí. De un momento sin poder controlarme me subo encima de ella, deja de reír y me mira, su mirada se suaviza pero tiene un deje de temor y miedo de que le pueda hacer en este momento. Hermosa en todos los sentidos.

— No vuelvas a reírte de mí — Digo entre dientes.

— ¿Qué, si no lo hago? — Se atrevió a retarme.

— ¿Te atreves a desafiarme? — Pregunto alzando las cejas.

— Quiero ver de que eres capaz — Dice en forma de reto.

Mejor no fuera dicho nada porque yo jamás dejo un reto y mucho menos lo pierdo. Comienzo a rozar mi nariz por su cuello, suspira al sentir mi aliento sobre su piel, se le eriza, estoy calmada pero ella está desesperada y lo disfruto. Trata de quitarme de encima pero es imposible que lo haga, no quiero bajarme. Inmediatamente sujeto sus manos arriba de su cabeza.

Me acomodo pasando mi pierna en medio de las suyas. Le doy besos desde su mandíbula hasta mi mentón, abre su boca con deseo y jadeante, observo que cierra sus ojos por reflejo, sonrío rozo mis labios sobre los suyos robándole el último aliento que le quedaba. Bajo mi manos, rozando con la punta de mis dedos todo su cuerpo, desde la palma de su mano hasta donde su blusa está levantada.

Mariposas DesorientadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora