Capítulo 26

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Una vez lista, voy a la sala para preparar la cena. Sé que estoy expuesta a que mamá llegué y empiece con sus gritos. Vanessa está terminando de limpiar y baja el volumen de la música, es extraño porque me acostumbré rápido al ruido. Escucho que llega mamá en el auto, de seguro trae a su amiguita, espero que sí porque le tengo muchas preguntas por hacer y empezaría desde ya.

Azota la puerta del auto, Vanessa me mira y sus ojos se eclipsan por el miedo. Una sola vez vi a mi madre tan enojada como ahora. Me encojo de hombros y Vanessa entra a su cuarto para ducharse, dejándome sola con el monstruo que mi madre se ha convertido por mi culpa, sigo picando todo para hacer la cena, siempre tengo hambre y lo que compre en el súper es para más tarde.

— ¡Valery! — Grita mamá al entrar a la casa y azota la puerta tras sí, se abre nuevamente y es la amiguita de mamé, sonrío.

— Estoy aquí — Respondo lo más calmada posible desde la cocina.

— ¿Por qué me armaste ese show en el súper? — Preguntó mamá molesta.

— Debiste decirnos de su existencia — Señalo a su amiga que está entrando con las cosas que compré y las pone en la mesa.

— Ya te dije que no es de tu incumbencia — Replica enojada.

— Ella tiene derecho de saber — Comenta sonriendo su amiga — Mi nombre es Lucia — Se presenta formalmente.

Sale del cuarto Vanessa y mi madre la mira, Vanessa alza la vista y ve a Lucia ahí de pies al lado de nuestra madre un poco cariñosa. Me cuesta un poco verla así dese que mi padre se fue, pero estoy feliz de que ella esté buscando nuevos horizontes y nuevas experiencias amorosas, lo cierto que le exigiré las mismas cosas que los padres le piden a las parejas de sus hijos.

—¿Te contó? — Le pregunta malhumorada.

— Me contó lo que vio en el auto — Se cruza de brazos — ¿Cuándo pensabas decirnos?

— ¿Por qué se empeñan en esa pregunta? — Dice molesta.

— Son tus hijas, comprende — Responde Lucia y se presenta con Vanessa.

Lucia lleva a mamá a la sala para hablar entre ellas, sé que es un poco renuente pero baja la guardia, sabe perfectamente bien que no le haremos la vida imposible y menos cuando está feliz con alguien que no sabíamos, principalmente, y menos que fuera una chica. Ella nos aceptó tal cual somos, nosotras también lo hacemos y no tenemos ningún problema con eso. De igual manera esto en cualquier momento explotara.

— Se quedará a cenar — Dice mirando a Lucia.

— Está bien, ya estará la cena — Comento mientras Vanessa me toca la espalda baja.

— ¿Puedo ayudarte? — Pregunta tomando el pan y rellenándolo con pollo.

— Por supuesto, amor — Sonríe cuando le digo así.

Estuvimos haciendo la cena mientras ellas están hablando, realmente, Lucia está intentando calmar a mamá. Es muy rápida para enojarse y lo hace por todo. Las miro por un segundo y me gusta verla tan bien y relajada con ella ahí. Sonrío para volver a mirar lo que hago, Vanessa roza su mano con la mía y le sonrío para darle un beso corto en su mejilla y muy cerca de sus labios.

Terminamos de hacer la cena, le anuncio a las mujeres que están en la sala y las dos nos miran, mamá está muy molesta conmigo por lo que dudo que me perdone tan fácilmente. La amiga de mamá se acerca a nosotras para poner la mesa y comer tranquilamente, mientras estuvimos cenando las miradas de Vanessa y yo eran de sexo absoluto y los de mi madre con su amiga solo eran de tranquilidad.

Mariposas DesorientadasWhere stories live. Discover now