Capítulo Once

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No se suponía que debería estar fuera de mi cama; los médicos me habían ordenado estrictamente que estuviera en reposo en la cama durante una semana, pero aquí estaba yo, paseándome por los pasillos del hospital a la una la madrugada. El hospital estaba prácticamente vacío, con excepción de unas pocas enfermeras y el medico a quien se le asignó el turno de noche, pero no fue muy sencillo para una chica como yo con un IV portátil desplazándose. Esta noche casi me habían atrapado por un médico anciano, pero su edad lo hacía parecer distraído del ruido.

La otra noche me habían atrapado y me habían llevado de vuelta a mi habitación; luego de haber conseguido información sobre la habitación de Camila.

Pero aquí estaba yo, a las primeras horas de la mañana, cojeando por los pasillos del silencioso hospital hacia la habitación de Camila Cabello. No había pasado mucho tiempo cuando la encontré, y para mi suerte, la puerta se encontraba sorprendentemente sin llave. Yo ya había venido preparada con la llave de su habitación; la cual había tomado prestada en la recepción el día anterior. Ingresé a la habitación lentamente, y cerré la puerta silenciosamente en un intento de no hacer ruido. La imagen de Camila acostada en su cama completamente inmóvil me estremeció; haciendo que me arrepintiera completamente de haber venido. Nadie me había explicado lo que había sucedido; en realidad solo me habían dicho que ella había tenido un accidente de auto. Nadie sabía adónde iba porque ella no había dicho ni una palabra; los médicos dijeron estar bastantes seguros de que ella era capaz de hablar.

"Hey Camz", tragué antes de sentarme en la silla que estaba al lado de su cama, para las visitas. Sin embargo, yo no era un visitante, yo era otro paciente. Tampoco era una amiga, al menos no lo era para Camila. "Dios, te ves de la mierda. Las dos nos vemos de la mierda, ¿No?".

Me reí de mi misma mientras sentía mis ojos aguarse. Los limpie cuidadosamente antes de mover dudosamente mi mano derecha a su rostro, su rostro seguía estando igual, a excepción de la nueva línea torcida en su frente. Un corte horizontal a través de la parte de su cuerpo, pero estaba oculto en su mayoría por un vendaje; para proteger sus puntos de sutura. Con la yema de mi pulgar, acaricié cuidadosamente su herida, y al instante me alejé en cuanto ella resopló ruidosamente. Una sonrisa se extendió en mi rostro por su acción tan inesperada.

"Eres tan jodidamente afortunada, Camz", deje salir tan repentinamente y cubrí mi boca al instante, pero la quité luego de darme cuenta que ella está en un profundo sueño. Decidí continuar, "Tus lesiones son temporales, viviste para contarlo, Camila. Tuviste un accidente de auto y saliste viva. Quiero decir, eso creo, o ahora mismo las dos nos encontramos juntas en el cielo. Mis ataques son permanentes, no se supone que debería de saberlo todavía, pero escuché a mi mamá hablar con los médicos".

"Los ataques de pánico", resoplé, repitiendo las palabras que Teddy había dicho antes. "Fueron por ti, Camila", la confesión de cuatro palabras hizo que dejara escapar un profundo suspiro. Al principio no creía en ellas, pero ahora se convertían en la muy clara verdad. Descansé mis codos contra mis muslos y luego puse mis manos contra las palmas al sentir la llegada de la migraña. "Mierda. No debí haber venido".

Me puse de pie, con la mano izquierda masajeando mi frente, y sentí un cálido apretón alrededor de mi muñeca.

"¿Quieres que llame a una enfermera por el botón?", una familiar voz ronca intentó calmarme. Mis ojos se abrieron de golpe por su tono de voz; fue inexplicable.

Sin voltear a verla, me las arreglé para tartamudear, "Yo-Yo vine hasta aquí por mi cuenta, creo que puedo hacerlo de regreso".

"Lauren, no te ves muy bien", presionó Camila.

If I Were A Boy (Camren) [TRADUCCIÓN]Where stories live. Discover now