Capítulo Veintiséis

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"Y estuve pensando que tal vez podríamos conseguir un sofá en este color", comentó Brad mientras apuntaba hacia una de las muestras más feas que he presenciado en toda mi vida.

"Mhm", murmuré y pretendí escribir el nombre de la marca en mi portapapeles, pero en lugar de eso, solo garabateé una línea ondulada.

"Y las paredes podrían pintarse con este", el chico británico señaló con un gesto hacia un color verde vómito.

"Seguro, seguro", no me molesté en levantar la mirada.

"Jesús, Jauregui", se quejó Brad, golpeándose ligeramente la frente. "¡Ese es el color verde más horrible que he visto jamás! ¿Y estuviste de acuerdo con mi idea de ponerlo en las paredes? ¡Tonterías! Personalmente te dejaría asesinarme si alguna vez meto una brocha en esta cubeta de pintura".

Llevé mi mano a mi frente adolorida y la masajeé suavemente. "Acabo de tener una mala semana, ¿De acuerdo?".

"Soy bueno escuchando, ¿Qué tienes en tu cabeza?".

"Preferiría no compartirlo", suspiré. "Creo que deberíamos reunirnos más tarde, ¿Quizás el siguiente mes? Necesito tiempo para recuperarme...".

"¿Qué hay de algunas bebidas?", el chico sonrió ampliamente.

Mierda.

"Yo, uh", mi mente se encontraba completamente en blanco cuando se trataba de palabras para responder. Me sentía terrible decir que no porque podría perder a mi nuevo cliente, pero tampoco podría decirle que sí a causa de, bueno, los recientes acontecimientos. "Yo no juego para ese lado, Simpson".

Sus mejillas tomaron un brillante rojo cuando trató de esconder su intento fallido de invitarme a una cita, "Q-Quiero decir como amigos. Ya sabes, nuevos amigos simplemente relajándose en un bar. ¡Además, juntos podríamos gritar en algún partido que esté pasando en la televisión!".

Le di una suave palmada en su hombro, soltando una pequeña risa. "Empezaré en ello".




******





No he visto a Camila desde nuestro "encuentro". Incluso en las rutinas de simulacros de incendio y seguridad en el edificio, no había señales de ella.

Sin embargo, había visto a Austin. Muchas veces, desgraciadamente. Cada vez que le preguntaba dónde estaba Camila, él se encogía de hombros y me hablaba sobre el aumento que él esperaba obtener; y en cómo una vez que la tuviera, Camila podría dejar su trabajo y tener su primer hijo. A pesar de que solo podría suceder si Camila decidiera dejar su trabajo y embarazarse, son dos cosas que ella nunca, jamás haría.

Ella ha estado en mi mente desde esa noche. Definitivamente no fue una noche de sexo, pero era seguro que fue algo.

Y me gustó.

¿Qué tan horrible es pensar acerca de yo ser la amante secreta de una mujer casada? Para mí, eso era una fantasía constante. Las manos de Camila en mi trasero mientras yo deslizaba tres dedos dentro y fuera, dentro y fuera... —Dios, eso estaba mal, pero a la vez tan bien. Ahora, yo estaba casi segura de que ella estaba evitándome.

"Así que, ¿Éstas son las nuevas pastillas que la doctora te dio?", Normani giró cada recipiente de medicina que se encontraban en la parte superior del mostrador. "Jesús. Son como, 200 botellas".

If I Were A Boy (Camren) [TRADUCCIÓN]Where stories live. Discover now