4. Una decisión

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La mesa de café del salón estaba llena de revistas, algunas abiertas, otras cerradas, todas mostrando a modelos esbeltas y sobrias vestidas con delicados vestidos de novia. Colton y yo no queríamos alargar demasiado nuestra etapa de prometidos. Él quería que yo me convirtiera en su esposa cuanto antes, y yo quería lo mismo. Yo soñaba con una boda elegante y bonita, y quizás sería en la ciudad, si encontraba un buen sitio para la ceremonia y el banquete. Lo cierto es que tenía una idea en la cabeza desde bien pequeña de cómo quería que fuera mi boda, pero quizás ahora que iba a casarme de verdad mis gustos o expectativas cambiaran un poco. Siempre había preferido algo un poco más tradicional, pero Colton quería algo moderno e innovador.

 Desde que nos prometimos habían pasado unas dos semanas, así que allí me encontraba, sentada en mi sofá ojeando una de las revistas de moda nupcial, con Mary a mi lado. La llamé contándole la noticia y la invitamos a quedarse unos días con nosotros, a ella y a Will, su novio, para que así pudiera aconsejarme y ayudarme en los preparativos que ya empezaba a idear.

—¿No te gusta este?—preguntó ella, señalando un vestido corto y pomposo.

Hice una mueca y negué con la cabeza.

—Para nada de mi estilo. Deja de fijarte en los que te pondrías tú y piensa en los que usaría yo.

Dijo algo en voz baja y volvió a buscar en la revista. Yo ya tenía algunas opciones que me gustaban y eran bastante asequibles. Mi madre nos ayudaría un poco a pagar la boda, yo tenía algunos ahorros,  Colton también, aunque se había gastado bastante en nuestra cita de pedida. No quería abusar de la ayuda que nos brindaban nuestros seres queridos, y era muy consciente de que la boda tardaría en realizarse, pero yo quería ir formando un presupuesto, buscando sitios y diferentes opciones para sopesar.

—Mary, me gustaría ponerme en contacto con los padres de Colton—solté de repente en cuanto el pensamiento hubo acechado mi mente.

Ella se puso recta, como un resorte, y me miró muy sorprendida pero a la vez con una clara advertencia.

—Evelyn, creo que será mejor que no. Sabes perfectamente que Colton y sus padres no se soportan. Es algo recíproco. Lo conozco desde hace mucho, incluso cuando él estaba metido en problemas, y sé qué pasó con sus padres. Ellos lo querían, estoy segura, pero no supieron ponerle las riendas a tiempo ni demostrar el cariño que le tenían, así que él se perdió. Y la solución que impusieron no fue la correcta en aquel momento. —Hizo una pausa, sus ojos clavados en los míos con compasión—. Colton realmente lo estaba consiguiendo él solo, se dio cuenta de sus errores e intentaba cambiar. Y para él el reformatorio, aunque lo hizo acabar de madurar y superar la adicción y todo eso, fue también una etapa horrible y vacía. Y fueron sus padres los que lo metieron ahí. Estoy segura de que no querrá volver a verlos.

Me quedé callada, en silencio, como petrificada, sosteniendo la revista en mis manos pero sin llegar a ser consciente de su peso. Siempre que hablaba de este tema me entraba la misma sensación de pena y culpabilidad, de extrañeza, como si me estuviese metiendo en una asunto que no era de mi incumbencia. Pero Colton era mi prometido, ¡maldita sea! ¿Acaso no tenía derecho a saber cosas de su vida? ¿Acaso no podía ayudarlo?

—Solo quiero ayudarlo. Realmente pienso que le iría bien, a él y a sus padres también. Se va a casar. Nos vamos a casar. Deberían saber que su hijo va a casarse.

Ella dejó escapar un suspiro y se acomodó de lado en el sofá para mirarme, con un codo apoyado en el respaldo.

—Acabaron de manera que ninguno volviera a hablarse ni a saber nada del otro. Sus padres han respetado eso por respeto a Colton, pero también porque no tienen el interés o el valor necesario para involucrarse de nuevo en la vida de su hijo.

—Pues amabas partes necesitan un toque de atención—dije rotundamente y volví a la revista que estaba mirando unos minutos antes.

Mary no comentó nada, consciente de que la discusión o la charla se había acabado. Era un tema peliagudo pero yo no pensaba dejarlo escapar. Era capaz de cualquier cosa por intentar volver a reunirlos, aunque fuera la única y última vez. Quería lo suficiente a Colton como para demostrarle que aquello podía ser una buena oportunidad o bien de arreglar las cosas o de poner punto y final a una etapa, pero sin dramatismos ni escenas, sino de forma civilizada y educada.

Nosotros sí habíamos visitado a mi madre para darle la noticia. ¿No podía hacer lo mismo con sus padres?

—Me gusta este—dije después de varios minutos de tenso silencio.

Había estado muy absorta en mis propios pensamientos, pero me había detenido abruptamente ante la visión de un vestido blanco de corte sirena muy sutil y cuerpo y mangas francesas de un delicado tul, aportando así zonas de transparencia delicada y sofisticada. Ajustado en los sitios adecuados, elegante ante todo.

A Mary se le iluminaron los ojos, y por un momento creí que se pondría a llorar, pues se le habían anegado de lágrimas mientras asentía con la cabeza, dando su aprobación. De todos los que había visto era el que más había llamado mi atención, a pesar de ser simple, pues no tenía elementos llamativos, sino piezas delicadas y hermosos encajes.

Ambas apartamos nuestras revistas y nos abrazamos.

—Mañana mismo tenemos que ir a la tienda de la ciudad que venda ese bendito vestido. Lo quiero visto en ti, cielo, y te va a quedar como un guante, estoy segura.

Tembló levemente y sorbió por la nariz, así que supe que estaba luchando por retener las lágrimas.

—¿Un bonito jardín es una opción?—preguntó ella separándose de mí.

—Lo es. Quizás podríamos encontrar un sitio en el que poder hacer la ceremonia y después el banquete. Y en el que mi vestido no desentone.

—Tengo un sitio en mente. —Me guiñó un ojo y comenzó a recoger las revistas y a acumularlas en una montaña, dejando marcada la página en la que se encontraba el vestido de mis sueños y colocando esa revista la primera.

Cuando se dirigió a la cocina para servir dos tazas de té me apresuré a escribir un mensaje a Thomas.

Necesito el número de los padres de Colton. Dime que lo tienes...

Evelyn.



***

¡Hola! Lamento haber estado desaparecida todo este tiempo, pero los exámenes quitan tiempo  e inspiración. Pero ya estoy más libre, así que intentaré subir más a menudo. Os dejo otro capítulo adicional, y repito de nuevo (ya que muchas lo seguís preguntando en los comentarios) que la historia principal ya ha finalizado; esto son capítulos adicionales que subo, principalmente, porque siempre me pedís más, pero no me atrevía a hacer una segunda parte de la historia propiamente dicha. Sin embargo, tampoco quiero que esto sea algo indefinido y estar subiendo constantemente capítulos xD Todas las historias deben tener un fin, sean buenas o malas. De todos modos tengo otra historia que estoy a punto de terminar, por si a alguien le interesaría leer algo más mío, aunque por supuesto tanto esta como la otra tendré que ponerme pronto a editarlas y corregir los errores y erratas.

Una vez más, muchas gracias por vuestros votos, comentarios y apoyo. Esta historia ha crecido mucho últimamente y ha sido gracias a vosotras, así que nunca me cansaré de agradecéroslo. Y, por supuesto y como siempre, soy toda oídos para vuestras propuestas o peticiones si tenéis algo de lo que queréis que escriba, como ya he hecho con anterioridad, sobre Colton o cualquier cosa. Gracias :D 

Alguien ImperfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora