CAPÍTULO 28

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No supe cómo reaccionar. Una parte de mí quería abrazarlo y convencerlo de que todo iba bien. Sin embargo, otra parte me decía que aquel impulso violento había sido demasiado.

Colton se llevó las manos a la cabeza, cerró con fuerza los ojos y se dio la vuelta con desesperación. Me quedé aterida cuando después bajó las manos, apretó los puños con fuerza y luego se relajó de nuevo mientras emitía un gruñido que se convirtió en un sollozo casi sin querer, como si fuera algo que no hubiese podido evitar. Y quizás fue así.

Me mordí el labio con fuerza hasta que fui consciente de la punzada de dolor. Entonces paré y me acerqué hasta Colton para rodearlo por la espalda, mi mejilla pegada en uno de sus omóplatos, mis manos tocando sus pectorales. Lo escuchaba respirar, como si de repente estuviera dentro de él. En cualquier otro momento me habría sentido pequeña, pero el que parecía haber empequeñecido era él. Sabía que estaba llorando. Su cuerpo temblaba y sus manos se entrelazaron con las mías.

Su calor con el mío. Pensé en el verdadero problema y solo pude decirle:

—Llora todo lo que quieras. Sé que lo que ha dicho James ha sido algo totalmente fuera de lugar.

En el fondo sabía que aquellas eran palabras simples de consuelo. Pero en realidad quería hacerle saber que yo estaba de su lado, que por el momento no me importaba lo que hubiera pasado.

—No—dijo cuando consiguió calmarse un poco—. Yo era como Thomas pero mucho peor. Estuve muy metido con las drogas en todos los sentidos. Eso no es algo que se olvida con facilidad. Y los demás tampoco lo olvidan.

Se giró después de haberse frotado la cara, por lo que solo la rojez de sus ojos y mejillas lo delataban. Aquellos hermosos ojos marrones que me miraban con una pena tan honda que dolía.

Me cogió por los hombros y acercó un poco su cara a la mía. No supe qué es lo que iba a hacer pero permanecí callada e inmóvil.

—James lo sabe y me vio, incluso. Y yo no quiero volver a esa parte de mi pasado. Está ahí y nunca la olvidaré, pero no quiero volver, Evelyn. No quiero volver a consumir droga, ni venderla, ni volver a las peleas, a tener que llevar una navaja en el bolsillo del pantalón.

Abrí los ojos de par en par cuando dijo aquello. ¿Alguna vez le había hecho falta usar una navaja para defenderse de alguien?

Pensé en su cuerpo, en si tendría alguna cicatriz que delatara una situación violenta llevada al extremo. No recordaba nada parecido.

—Tengo miedo de que te apartes de mí. Y, créeme, lo entendería, lo entendería perfectamente. Sé que soy un desastre y que nadie permanece conmigo más tiempo de lo necesario. Cuando se dan cuenta de quién soy, de lo que era...

Me soltó de golpe y se apartó un paso de mí. Lo vi dolido, realmente hundido en una oscuridad que yo desconocía y que solo se encontraba en su interior. Como si fuera una nube negra que surgiera de su corazón y se fuera expandiendo por todo él. Como la sangre que corre por las venas, como un veneno que lo llena poco a poco, hasta el último rincón. Esa oscuridad mezclada con su sangre.

Pero yo no tenía intención de apartarme de Colton simplemente porque tuviera un pasado turbio. No me importaba lo que le ocurriera antes, me importaba lo que le ocurriera ahora. Pensé que era una tontería. Incluso pensé en prometerle que siempre estaría a su lado, pero eso sería mentirle. Sería una promesa a largo plazo, algo que podría romperse en un momento cualquiera por cualquier cosa.

Enmarqué su cara con mis manos y lo miré a los ojos. Quería decirle sin palabras lo que realmente sentía y quería en ese momento. Entonces rocé mis labios con los suyos, suavemente, un simple roce que decía muchas cosas.

Alguien ImperfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora