Popular NO Busca Pareja (Gay)

Prólogo

Abro mis ojos de nuevo, antes de que suene la alarma del celular. Siempre me pasa últimamente, me despierto antes de que la alarma suene devastadoramente y me rompa la cabeza. Cojo el celular y quito la alarma. Me levanto de la cama y me voy al baño.

Cuando termino de ducharme, me salgo y me visto con unos pantalones vaqueros, una camisa blanca y por los brazos azul, unos zapatos Fila azules y una chaqueta gris. Ya terminado de vestirme, salgo de mi habitación, bajo las escaleras y me voy a la cocina sin hacer ruido, ya que mi madre y mi hermana se podrían despertar. Me preparo el desayuno y me lo tomo con mi pelo negro todavía mojado. Ah, tengo los ojos castaños. Cuando termino, me acuerdo de que me he dejado el celular en mi habitación y voy a recogerlo.

Entro, cojo el celular y unos auriculares y me giro. Al girarme, veo que el chico de al lado se está vistiendo. No, Marth, no. No puedo evitarlo. Me acerco y me siento en la ventana, ya que tiene un sitio para sentarse. Me pongo el celular en la mano, así podré tener una excusa preparada.

Miro de reojo el cuerpo musculoso de Ricky, que es así como se llama, de altura 181 cm. La forma de moverse, su espalda ancha y fuerte, su pelo castaño y sus ojos azules. ¡Es tan guapo! Nunca le he dirigido una palabra, se le nota que es un gran chico.

Mira hacia la ventana y me pongo con el celular a mirar el WhatsApp, leyendo mensajes inexistentes. Algo choca contra mi ventana y miro, parece ser que era una goma. Abro la ventana y me dirige la palabra.

-¡Hola! -grita y rápidamente me pongo el dedo en el labio para que entienda que tiene que bajar la voz y lo pilla-. ¡Hola! -grita en silencio para poder oírle.

-Hola -digo en el mismo tono de voz, pero será mejor que no siga hablando o las despertaré.

-¿Por qué debería bajar la voz?

No puedo hablarle o despertaré a mis dos chicas de mi vida. Agarro un folio y empiezo a escribir en él. Se lo enseño y lo capta en seguida.

-"Porque podrías despertar a mi madre y a mi hermana pequeña".

-Ah, vale -asiente-. Bueno, me tengo que preparar para el instituto. Hasta luego -y cierra la ventana para después desaparecer.

Hago lo mismo, me bajo y espero que sean las 07:50 A.M.. El tiempo pasa volando y ahora es la hora deseada. Me pongo la mochila por la espalda y me pongo los auriculares para el camino.

Abro la puerta de la calle y de pronto lo veo, un jueves cualquiera como un desastre. Pero seguro que este jueves todo cambia, el destino debe de llevarme algo planeado.