Capítulo 9: Un Lunes De Ensueño (Parte 1)

13.3K 1K 455
                                    

-¡Vas a llegar tarde! -me reprocha mi madre.

Me he levantado un poco tarde, estoy torpe hoy y ayer no he podido pensar bien. ¡Ha sido por culpa de Ricky! Me tiene loco por lo que me puede hacer este lunes, la cita que tanto me tiene en desastre.

No he podido pensar con claridad ayer, he estado haciendo cosas mal, he tenido que limpiar varias veces el mismo sitio ya que dejaba un montón de suciedad, la ropa no la tendía bien, las notas que tocaba con el piano y con la guitarra me salían fatal, etcétera...

¿Tengo razón de que es para ponerse muy nervioso? Nunca he salido con nadie, bueno, una vez salí con alguien, pero se mudó. ¡Nos queríamos hasta que todo se fue a la mierda cuando se mudó por trabajo! ¿Por qué me pasan estas cosas?

Termino de desayunar con las palabras de mi madre taladrándome el cráneo, y salgo a la calle de camino al instituto. ¡Mira qué suerte la mía! Seguro ya saben a lo que me refiero.

-¡Marth, sube! -me llama Ricky ya montado en su coche.

Yo, por no hacerle el feo, me acerco y me siento de copiloto. Al momento se pone a conducir al instituto. Me pone un poco incómodo esto, bastante cerca de Ricky y poder darle un beso o que él pare el coche y se lance de golpe. ¿Podría pasar eso ahora? ¿Por qué me preocupo por esto? ¡Es Ricky! Me ha ayudado un poco y, gracias a su apoyo, casi le digo a mi padre que soy gay. Por cierto, mi padre se fue ayer de viaje de negocios. Me quedo mucho más tranquilo.

-Te noto nervioso, ¿lo provoco yo? -me pregunta.

-Sabes lo que provocas perfectamente -lo miro un poco serio.

Me mira de reojo con su bonita sonrisa asomándose. ¡Joder, que guapo! Perdón por mi lenguaje, pero es que... No puedo aguantarlo.

-Osea, que te pongo nervioso a la vez que cachondo.

-No te pases, guaperas, solo nervioso.

-Lo estás por lo de esta tarde, ¿eh? Se nota que nunca has salido con otro chico.

-¡Ahí te equivocas! -zas, en toda la boca-. Una vez salí con un chico. Lo malo es que se mudó por temas de trabajo de sus padres.

-Ah, vaya. ¿Os queríais mucho? -su cara cambia a una de tristeza.

-Mucho, me prometió que, en cuanto pudiera, que volvería para retomar nuestro amor.

-¿Y eso cuando fue? -preguntón hasta la muerte.

-Cuando tenía 13 años, entonces él tenía 16.

-Bonito...

-Mejor que ser con derecho a roce.

-¡Eh! Pero disfrutas de este cuerpo serrano que tanto te ha gustado tocar.

-No ha sido el cuerpo entero, así que...

-¿También querías tocarme los pies? -tendría que vigilar mis palabras.

-¿Qué? ¡No! No quería decir eso.

-Lo has dicho, si tanto quieres tocarme los pies me lo pides. Si tanto te gusta...

-¡Para! No quiero tocarte los pies. ¿Qué persona hace eso?

-Los masajistas.

-Está bien, tú ganas. Hablemos de otra cosa. No hemos hablado de...

-¡Ya llegamos! -me interrumpe, parando el coche y apagando el motor.

No hablo más y me bajo del coche, justo suena el timbre de la primera clase. ¡Debo irme! Corro a la primera clase de hoy y me encuentro con el profesor entrando a clase. Justo cuando va a cerrar la puerta, entro por la rendija que faltaba.

Popular NO Busca Pareja (Gay)Where stories live. Discover now