Capítulo 46: Regalos Navideños (I)

4.7K 361 45
                                    

—¿No te parece precioso? —me pregunta sin quitar la mirada el nuevo árbol de navidad que ha colocado el ayuntamiento en mitad de la ciudad.

—Es algo que no me esperaba. El alcalde se ha portado bien esta vez —aprieto su mano con la mía.

—Tantas luces, tantos colores, tantos adornos —su mirada brilla de admiración, es como si nunca hubiera visto algo así—. Solo vi algo así con mis padres, cuando todo era bonito y no habían discusiones.

—Intento imaginar esa escena, pero solo se me viene la de tu madre gritando a tu padre. Pero tú de pequeño —me apoyo en la barandilla, donde él posa su barbilla para admirar todo sin mover un músculo—, es algo que me hubiera gustado ver.

—¿Te refieres a haber crecido juntos?

—Algo así.

—Si te hubiera conocido de pequeño, a saber a qué edad seríamos novios.

—¿Crees que en esa línea alternativa seríamos pareja?

—¿Quién sabe? No estamos ahí para saberlo —me mira—. Aun así, no lo quiero averiguar.

—Yo tampoco, aunque es la duda que tengo. ¿Cómo seremos en ese otro lado? ¿Qué tan diferentes seremos?

—¿Acaso importa pensar en eso? —la verdad es que no importa nada.

—No —miro el móvil, he recibido un par de mensajes de Farren—. Creo que es hora de volver, cariño.

—Me encanta cuando dices "cariño" —me abraza por la espalda—. Es tan tierno... ¿Quién te llama?

—Farren. Recuerda que mañana tenemos una cena de navidad en grupo, y no puedes faltar.

—Ya lo sé, intentaré cocinar algo que sea de vuestro agrado.

—Te hemos mandado la carne, tampoco es para tanto. Yo tengo que hacer las gambas, los aperitivos y la parte de Farren, que es el pollo y el postre.

—¿Y vas a poder?

—Él me asesorará mientras cocino. Total, puede usar las piernas y un brazo —nos ponemos a caminar hacia mi casa temporal.

—Ya, pero todo eso para hacerlo en un día es difícil.

—Poco a poco, sin prisas. Tenemos hoy y todo el día de mañana. Tiempo para cocinar hay bastante.

—Si te falta algo no te voy a defender, porque Jennifer me da miedo como para pillar tu culpa.

—Menudo novio más romántico —el sarcasmo vuelve a mí.

—¡No te burles! Salvo mi vida. ¿Quieres que esta cara quede como un mapa ilegible?

—Ilegible o no, sabes que no te quiero por tu físico —aunque muchos crean eso.

—Mentiroso —un leve golpe en el hombro—. Cuando me viste, te enamoró mi rostro.

—Ya sabes toda la historia, no hay nada que no sepas.

—Sí, todo aquello por lo que hemos pasado y contado el uno al otro. Ojalá no hubieran existido todos esos problemas.

—Mi padre era uno de esos problemas, y si no hubiera existido no estaría aquí contigo.

—Ya, bueno... Me has entendido y punto, eso es lo que cuenta.

Hablamos por todo el camino a casa con risas y reflexiones sobre el futuro. Poco a poco lo hemos ido planeando para que todo saliera a la perfección, aunque no hay plan que no tenga fisuras.

Farren ha estado en reposo unos días en la cama mientras yo hacía todas las tareas del hogar. La suerte que he tenido en no tener que ayudarle a ducharse.

Popular NO Busca Pareja (Gay)Where stories live. Discover now