La Carta Suicida de Alicia

Atrapados

Bárbara

Paterson conducía hacia la escuela lo más rápido que podía, yo estaba tan nerviosa que entré en calor, comencé a sudar, e incluso a comerme las uñas. Cuando llegamos, la señora de mantenimiento estaba encerando los pisos, cosa que ignoré por lo tanto, al empezar a correr perdí el equilibrio y por el mayor intento que hice por quedarme de pie, fue inútil, porque caí de trasero en el resbaloso piso.

─ ¡Bárbara! ¿Te encuentras bien? ─Preguntó Paterson al ayudarme a levantarme.

Solamente asentí y continué mi paso hacia el baño en el que había ocurrido todo.

─Bárbara, espera. ─Me detuvo Paterson antes de entrar al baño. ─Nadie puede vernos juntos. Tengo que irme.

─¿Y cómo planeas que regrese? ¿Caminando?

─Bárbara, si alguien ve mi auto estacionado fuera de la escuela, sospecharán. Recuerda que yo ya estoy fuera de este caso. ¡Estaremos metidos en un gran problema!

─Tú lo estarás. ─Dije viéndolo fijamente a los ojos. ─Yo estudio aquí.

─Es por eso que me voy. ─Dijo alejándose.

¿Qué? ¡Paterson no podía dejarme sola en esto! Él era parte de esto.

21 de Septiembre del 1998

─Mañana recibirás una llamada en la mañana. ─Dije mientras acariciaba su pecho desnudo. ─La hija de los Collins está a punto de suicidarse

Él me veía fijamente.

─¿Qué quieres que haga?

─Quiero que cubras el caso, haciendo creer que Alicia decidió morir porque no quería afrontar las consecuencias de su embarazo.

—¿Alguien más sabe que está embarazada? —Preguntó temeroso.
—Solo yo. —Dije seguido de darle otro beso en los labios.

—¿Por qué? —Preguntó.

—Venganza. Necesito que investigues muy bien todo lo que pasó entre su novio Alexander y ella.

—¿Y a quién debo culpar?

—Pricila.

—¿Quién es ella?

—Otra posible mosca en mi plato. Debes investigarme a mí también, para no levantar sospechas. No me conoces, tienes que llevar la investigación lo más real posible.

—¿Eso significa que tendré que venir a tu casa a investigarte? —Me dijo con una mirada pícara y con un todo morboso en la palabra "Investigarte".

—Eso significa que a mañana seremos unos perfectos desconocidos. Los vecinos estarán espiando y no podemos actuar como conocidos...

—O algo más. —Su picardía y lujuria eran tan notorios.

—Exacto. —Dije mientras besaba su cuello para calmar o alborotar más sus ganas.

—A partir de mañana, no me conoces. Pero por hoy... —Me posicioné encima de él dejándolo observar mi cuerpo. —Soy toda tuya.

Él iba a obedecerme.

"Dame lo quiero y te daré lo que te gusta."

Fecha actual

Llegué al baño de chicas y me dirigí al lugar en donde la carta decía que Alicia habia había dejado algo para mí. El pequeño casillero estaba sin llave, gracias al cielo. Comencé a buscar como loca entre todas las cosas que habían dentro, había ropa, bolsas, pero menos un maldito pedazo de papel en donde Alicia haya dejado algo para mí.