Se Lo Que Piensas| +16

3

- S-slive- hijo de fruta... - Se quejo Sonic, cuando todo el peso del albino cayo sobre él, pesaba más de lo que parecía.

El albino todavía aturdido por el golpe no hacia algún tipo de intento por levantar, no porque no quisiera, sino porque no podía entender con claridad las demandas del otro. Una vez que recobró el control total de su cuerpo miró al ojos verdes, tenia los ojos cerrados - tratando de ignorar el dolor que recorría su cuerpo - y su aliento olía a menta.

No podía contenerse más. Acerco su boca al cuello del otro y lo olió levemente, el otro se sobre salto cuando el albino hizo aquel movimiento, ¿qué estaba haciendo? Trato de apartarlo de inmediato cuando el ojos ámbar comenzó a pasar su lengua por su cuello; causándole escalofríos. No podía retirarlo, había sujetado sus muñecas con fuerza.

- Sil- ¡para! - Grito cuando el mencionado comenzó a besarlo y a darle ligeras mordidas en los labios, y a acariciar su pecho.

Esto estaba mal.

En un descuido el ojos ámbar soltó al ojos verdes, permitiéndole ponerse de pie y escapar hacia su habitación, en cuanto entro en ella cerro la puerta con seguro y abrazo sus rodillas mientras unas pocas lágrimas salían de sus ojos.

Realmente no sabia lo que había pasado ni como debía sentirse al respecto. Pronto el ruido de los golpes sobre su puerta lo sacaron de sus pensamientos.

- ¡Sonic habré la puerta! - Exclamo el ojos ámbar desde el otro lado de la puerta, se escuchaba agitado y preocupado.

- ¡No! ¡Vete de aquí! - Respondió Sonic, mientras se escondía más entre sus piernas.

- Sonic, por favor yo- - Fue interrumpido por él otra vez.

- ¡Largate!

Un gran silencio se formo entre ellos dos, el ojos ámbar solo podía escuchar los sollozos provenientes de su amigo o quizás decir; ex-amigo. Se sentía tan estúpido por dejarse llevar por sus impulsos.

- Bien... - Susurro Silver, para luego bajar por las escaleras y salir de la casa, debía darle tiempo a Sonic y después venir a hablar con él, a disculparse.

-

-

-

Él abrió la ventana con suma precaución y se adentro en la habitación de su amado, se sorprendió cuando no lo encontró a plena vista sobre su cama, pero luego se alivio al encontrarlo durmiendo apoyado sobre la puerta de su cuarto, tenia ojeras. Y parecía haber estando llorando.

Lo miro más de cerca y se dio cuenta de que tenia marcas de mordidas y chupones en su cuello y hombros; se sentía tan molesto, ¿¡Cómo alguien se atrevía a tocar lo que era suyo?! Tenia que saber quien era pero, ¿cómo? Tomo el inconsciente erizo entre sus manos y lo llevo hasta su cama, no pesaba tanto como creía.

- Sil... ver - Se quedo mirando el rostro del ojos verdes cuando el susurro ese nombre, parecía incomodo al pronunciarlo, aún estando dormido. Una idea paso por su cabeza.

- Dime Sonic, ¿quién te hizo esto? - Susurro a los oídos de él, tal ves así lograría que le dijera el nombre de su atacante y así él podría hacerlo pagar.

- Silver... - Sonrió satisfecho cuando su plan dio resultado.

Conocía ese nombre, era el erizo plateado que vivía con el ojos verdes desde hace unos días, lo había estado observando. Sabia que él tramaba algo, la forma en la que él mirada a Sonic sin que él no se diera cuenta le decía todo; estaba enamorado de él, de su Sonic.

Pero no podía permitirlo, Sonic solo le pertenecía a él, nadie más podía tenerlo.

Era solamente de él.