18

2.7K 220 23
                                    

Miro sobre su hombro hacia sus manos, había sangre seca sobre los rasguños que se hacían sobre su piel cada vez que se movía, o cada vez que él venían.

Algunas veces solo venia a intentar hablar pero simplemente no respondía a nada de lo que le dijera; si tan sólo se descuidara un momento, una vez había intentado escapar. Cuando lo había desatado y dejado que fuera solo al baño — Otras veces se había quedado vigilándolo de cerca, muy cerca. —, por desgracia lo había atrapado intentando salir por la pequeña ventana de ventilación, ni siquiera le importaba si caía desde un segundo piso, solo salir.

Dejo de soñar despierto cuando la puerta de la habitación se abrió suavemente, el ojos carmín entro con una bandeja entre sus manos, siempre a la misma hora. El azabache le sonrió de manera suave mientras ponía la bandeja a un lado de su cuerpo recostado, ya había puesto su rostro enojado.

Pero sabia que con el tiempo se acostumbraría a estar aquí.

 — ¿Cómo te sientes? — Pregunto, sentándose en la silla de madera que había dejado hace tiempo aquí.

Por supuesto no hubo palabra por parte del azul, no hacia mucho que lo ignoraba; pero mucho antes de eso le tenia pavor, ¡Y mucho antes que eso lo amaba! Como cambian los tiempo y con ellos las personas, sabía lo que quería hacer e iba a hacer en cuanto se descuidara.

Le clavaría un cuchillo en la nuca. 

Comenzó a mirarlo con descaro, notaba como a los costados de su cuerpo sus costillas se marcaban un poco, era por la posición en la que estaba o por el hecho de que se negara a comer, tal vez hoy sí comería. Tomo una cucharada del arroz con guiso que había preparado no hace menos de veinte minutos y la acerco a su rostro, inmediatamente se aparto.

 — Vamos, debes comer. — Susurro mientras seguía intentando hacer que comiera, esta situación le recordaba a las madres de los parques tratando de que sus hijos comieran. Pero por desgracia ellas tenían más paciencia, y eso era de lo que él carecía en estos momentos, dejo salir un gruñido antes de tomar de las mejillas al ojos verdes con una mano, obligandolo a abrir su boca; comenzó a retorcerse para zafarse de de su agarre pero solo logro que apretara con más fuerza. — Traga. — Ordeno, metiendo la cuchara en su boca y de inmediato haciendo que mantuviera su mandíbula cerrada. No se iba a arriesgar para que le escupiera en la cara o manchara las sabanas.

Tuvo que golpear de manera algo brusca la parte baja de su garganta para que tragara.

Estaba por volver a repetir el proceso cuando el azul hablo.

  — Si supieras cuanto te desprecio. — Una sonría estaba en su rostro mientras que sus ojos ya no tenia aquel brillo, característico, parecía extremadamente cansado repentinamente. — Sacare cada uno de tus dientes y luego cortare tu garganta...

Sin decir nada se levanto de aquella silla, mirándolo con un rostro demasiado neutral para el momento por el que estaba pasando, acerco su rostro al suyo, mirándolo de cerca mientras sonreía por dicha y felicidad.

  — Algún día lo conseguirás. —  Noto como la mirada del ojos verdes se posaba en el lado izquierdo de su cadera, en donde estaba guardada aquella navaja en un estuche, la tomo del mango y la acerco a su rostro. — Pero quizás cambies de pensar pronto. 

Estaba comenzando a romper su cordura.


Se Lo Que Piensas| +16Where stories live. Discover now