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Intentó acomodar su rostro de manera en la que no sintiera el molesto brillo de la mañana en su rostro, pero no podía, tacteo con sus manos en busca de la sabana para cubrirse por completo, pero tampoco la encontró, sin embargo, su mano se detuvo sobre tibio y blando. Lo apretó un poco. Cuando abrió  sus ojos por completo se encontró a sí mismo sobre una cama matrimonial tan grande como la última que recordaba, lo que había tocado era la oreja de ojos carmín; quien dormía de manera pacífica sobre su pecho. 

Por un momento quiso gritar de sorpresa mas no lo hizo. Si bien dormía desde hace mucho en la misma cama que el azabache, no dormía de esta manera, usualmente quien solía estar abrazándolo era el azabache y luego lo obligaba a levantarse muy temprano. Era extraño ser quien estuviera abrazando. De pronto el sonido de la puerta de la habitación abriéndose llegó a sus odios.

  — Hey, estás despierto.  — La imagen sonriente de Manic apareció por detrás de la puerta.

  — Buenos días — Dijo sin más, intentando levantarse de la cama, sin embargo las manos rápidas del azabache se aferraron a ambos lados de su cadera. — Hee...

  — Tardes en realidad. son las 2 de la tarde — Estaba apunto de decir algo más cuando noto la acción de ojos carmín. —  Por Yisus, deja que el chico respire Shadow, desde que llegamos no lo has dejado en paz.

  — Eres molesto. — Un escalofrío subió por su espalda cuando escucho la voz ronca del azabache. De manera lenta giró su cabeza y volvió a mirar al azabache noto que este mantenía sus ojos abiertos fijos en los suyos.

— Vaya, tan temprano y ya están discutiendo. — La imagen de Scourge apareció al lado de Manic. Parecía mas cansado que la ultima vez que lo había visto.

— Shadow no quiere dejar que Sonic respire.

— No puedes hacer nada por él, ya esta entre sus brazos y no lo soltara, vayamos abajo. — Y como dijo, tomo de manera apresurada a Manic y lo arrastro fuera de la habitación cerrando tras de si la puerta. La incomodidad volvió a rodear al cobalto, y esta vez era peor, puesto que el azabache se había acomodado un poco más sobre él.

Trago saliva antes de hablar: — Así que, ¿Como te sientes? — Aun habían vendas al alrededor de su abdomen, se cuestiono en silencio si era correcto que estuviera sobre el aún con una herida abierta. Ignoro su pregunta encogiéndose de hombros sin ningún problema, y eso molesto un poco al ojos verdes, puesto que intentaba sacar un tema para hablar y solo lo ignoraba.

Ni siquiera supo de donde saco tanta fuerza como para separar los brazos del azabache y separarse, más no le importo que le mirara de manera molesta y acusadora. Mientras comenzó a caminar hacia el baño el azabache se incorporó en la cama, sin dejar de seguirle el recorrido con sus ojos. Sin embargo lo perdió de vista cuando al entrar al baño, cerró la puerta de golpe, poco segundos después escuchó el sonido el seguro pasarse. Por esta vez, no derribará la puerta e iría a reclamarle al ojos verdes por su conducta, ya estaba lo suficientemente fatigado por la herida en su abdomen y sin contar lo que había pasado en la madrugada para llegar hasta aquí.

Según lo que le había contado Scourge tuvo que cargarlo sobre su espalda para pasarlo al auto, Manic se había encargado de Sonic y una vez que recogieron lo más importante comenzó a conducir al lado norte del país, muy lejos de donde antes vivían, a pesar de que cuando lo montaron en el auto estaban inconsciente la droga desapareció unas dos horas después por lo que con la incomodidad de la herida tuvo que mantenerse despierto, aunque, no fue como que si Manic no le hubiera ofrecido a inyectarlo de nuevo hasta que llegaran a su destino. E

El mismo había elegido mantenerse despierto hasta llegar, deseaba hacer lo que no había hecho en dos años, y era ver a su ojos verdes dormir; y por otro lado eso le molestaba, puesto que se sentía inseguro por las palabras del detective, jamas le habia preguntado al cobalto como se sentía estando a su lado. Luego de que lo apartara de todo, de su familia.

Salio de sus pensamientos y recuerdo cuando el sonido de la puerta abriéndose nuevamente le llamó la atención, las pocas gotas de agua sobre sus púas le revelaron que se había bañado, había cambiado su ropa anterior por un suéter marrón y un pantalón gris, y luego estaba la expresión de su rostro, una expresión seria y que llegaba a ser de enojo. Se había acostumbrado tanto a su expresión de miedo, o sumisión completa, que había olvidado por completo como se veía estando con el ceño fruncido.

  —  ¿Cómo te sientes estando a mi lado? 

La pregunta lo descoloco un poco, más sin embargo supo reaccionar y miro aun con su rostro serio al ojos carmín. Comenzaba a ser un día muy extraño para sí mismo. En todo el tiempo que había sido obligado a estar a su lado jamás le había preguntado cómo se sentía con su presencia, de hecho, no le preguntado algo más de lo básico como; ¿Si quería algo en particular? Pero nada más de alli en adelante. Pero si iba al grano; lo detestaba por haber hecho todo lo que años atrás lo comenzaba a atormentar.

 — Realmente — Dijo. — Desearía ser más fuerte para poder alejarme de ti, puesto que me repugna estar cerca tuyo. Pero no puedo, después de todo intento algo serias capaz de matarme, ¿Me equivoco?

Quiso reír cuando vio la expresión del azabache, se veía descolocada por completo, por supuesto que era capas de matarlo, ya había cometido vatios asesinatos, ¿Que tanto le costaría uno más? Pero aun sabiendo la verdad de todo de lo que era capaz, sentías una presión en su pecho, la cual se hizo más grande cuando me mediar palabra alguna Shadow salio de la habitación a paso fuerte y veloz. No paso mucho más cuando se escucho el estruendo de la puerta principal cerrarse de golpe.

Un suspiro abandono sus labios.

— Por supuesto que puedes matarme.

Se Lo Que Piensas| +16Donde viven las historias. Descúbrelo ahora