Capitulo 1

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Dicen que vivir en una familia numerosa es fantástico, que nunca te aburres, que siempre hay gente que te apoya, que tienes ventajas... Eso lo dicen porque ellos sólo tienen un hermano y no cinco.

La casa Sanders es un manicomio de brujos. Cada hermano que tengo, a cada cual más raro. Sí, todos chicos, ¿a que es fantástico? Lo sé.

Cada año que llevo estudiando magia ha sido horrible, castigos por aquí, faltan hermanos por allá, que si la niña esto, que si es culpa del otro... Ya es mi cuarto año, y la verdad es que promete. Este año acogeremos a dos escuelas en Hogwarts, Beauxbatons y Dumstrang. Mi ilusión era notable en casa, tanto que hizo que mis hermanos se unieran contra mí.

— ¿Por qué tan feliz?— dijo Jack.

— Porque este año es el torneo de los tres magos en Hogwarts.— le contesté.

— ¿Solo por eso?—preguntó Ken.

— ¿No tendrá nada que ver con los chicos que vienen a la escuela?— insistió Charlie.

— ¿Y vosotros no estaréis contentos por las chicas de Beauxbatons?— les acusé yo a ellos.

— A ver, que ya tiene fichado a alguien. Dejadla en paz.

— ¡Luke!— le reñí al único hermano en el que confiaba.

— Pues no te defiendo más, tu sabrás pequeña.— me dijo revolviéndome el pelo.

- ¡Que dejéis mi pelo en paz! ¿Cómo tengo que decirlo?— me quejé lanzando manotazos para que parase.

— Niños, ¿queréis dejar en paz a vuestra hermana?— los riñó mamá desde la cocina. Entonces se dispersaron y les saqué la lengua.

Lo único bueno de ser la única chica era que tenía mi propia habitación, y además, mis padres siempre me defendían.

Volví a este para recogerlo un poco, cuando llegaron las cartas me emocioné tanto que lo dejé todo de aquella manera.

Mientras recogía Harry vino a mi cuarto. Él era el más pequeño, y con quien más tiempo pasaba, aunque tampoco hablábamos mucho, pero disfrutábamos de la compañía del otro.

— Estoy nervioso.— confesó mientras jugaba con las canicas en el suelo.

— Es el primer año, es normal.— le dijo yo desde el armario.

— ¿Y si...?

— Todo va a salir bien, ¿vale? Ojalá en mi primer año hubieran venido los de otros colegios.— dije con aire soñador.

— ¿Y si... no soy tan buen jugador como tú y Jack?—preguntó muy alterado.

— Harry, ya hemos hablado de esto. No importa lo que seas. Eres una maravillosa persona, no a todos los magos se les da bien el Quiddich.

— Pero se meterán conmigo, Sam.

— ¿Cuantas veces te he dicho que no eches cuenta a las críticas de esos estúpidos? Yo no les echo cuento cuando me dicen, "la niña, la zanahoria, la chica, la patosa"... ¿sigo?— dije acercándome a él.

— ¿Me ayudarás a guardar mis cosas?— me preguntó sorbiendo sus mocos.

— Claro, campeón.— y recogiendo sus bolas se fue. 

Buena charla, Sam, ejerciendo de hermana mayor, muy bien.

Por fin mi cuarto quedó ordenado, una bronca menos. Ahora podía dedicarme a buscar mis cosas. Cuando llegué tiré todas mis cosas del baúl para poder encontrar algo que buscaba. Mientras estaba bajo la cama alguien volvió a aparecer en mi cuarto.

Eh, Potter!Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt