Capitulo 30. La verdadera historia de Sam

1.4K 109 25
                                    

Cuando conseguí abrir mis ojos vi que me encontraba en una habitación blanca y conectada a muchos cables y una botella de oxígeno. Miré a mi al rededor por si había alguien que me explicara que había pasado. Vi a Isaac a los pies de mi camilla. Pero estaba diferente, llevaba las orejas perforadas y tenía un aire depresivo. Intenté mover mi mano pero estaba muy cansada así que sólo pude levantar mis dedos temblorosamente.

Isaac me miró y casi llora. Pero no dijo nada, salió corriendo a la puerta de la habitación y por el cristal pude ver cómo hablaba con un médico y volvían a entrar corriendo. El médico era un hombre de unos cincuenta años, con bigote y la piel arrugada como una pasa, además sólo le quedaba poco pelo y en la zona de arriba de la cabeza se veía una brillante clava. Llevaba unas gafas en la punta de su nariz, una carpeta en la mano y un estetoscopio en el cuello.

Cuando entraron dejó precipitadamente la carpeta en el sofá y se quitó el estetoscopio y me lo puso en el corazón y más partes del cuerpo. Me desenchufó de la botella y me quitó la mascarilla.

— Hola, Sam.— me dijo el hombre con voz muy profunda.— ¿Cómo te encuentras?

— Un poco cansada, creo que una bludger me dio fuerte durante el partido.— dije y él miró a Isaac.

— ¿Qué partido, Sam?— dijo Isaac. Hasta su voz sonaba diferente, sin acento, sin profundida, era suave y amable.

— El de Slyhterin.— dije yo.

— ¿Quieres decir que durante este año y medio has estado soñando con Hogwarts?— dijo él.

¿Año y medio? ¿Soñando? ¿Qué había pasado? Estaba comenzando a sentirme mal, como la primera vez que me dio el ataque de ansiedad pero el médico me ayudo a calmarme.

— ¿Año y medio?— pregunté.

Ambos se volvieron a mirar pero ninguno contestó mi pregunta. El médico me llevo a varias salas a hacerme pruebas que nos llevaron toda la mañana. Luego me volvieron a llevar a la habitación donde me había despertado y me dieron de comer un filete y una ensalada. Mientras comía, pude ver por el cristal como Isaac y el doctor discutían.

Cuando se llevaron mi plato ambos entraron con una mujer. Tenía el pelo rubio oscuro, la piel bronceada y unos bonitos ojos verdes. Parecía joven, unos veinticinco como mucho. Se acercó a mi y me abrazó y comenzó a llorar.

— Dígaselo, Doctor Grayson.— dijo y quitándose las lágrimas se apartó de mí y me sonrió.

— Lo haré yo.— dijo Isaac.— Pero creo que antes debería contarnos ella todo lo que ha vivido este tiempo.

Todos me miraron y yo respiré pesadamente. Sabía que no me dejarían hasta que no dijera nada y no me contarían nada hasta que hablara.

Les conté todo lo que recordaba de mi estancia en Hogwarts. Incluyendo mis veranos y mi relación con James cosa que me hizo recordar que no le había visto durante todo el día y el solía estar pegado a mí y más cuando estaba mal.

Durante mi relato, el doctor no paraba de tomar notas a toda velocidad y eso me ponía nerviosa. La mujer no paraba de mirarme y sonreír. Isaac me miraba serio, no quería perderse nada. Cuando acabé me dejé caer hacia atrás exhausta.

— Es mi turno.— dijo Isaac.– Hace año y medio papá, mamá, tu y yo íbamos en el coche camino de casa de los abuelos. De pronto.— hizo una pausa, y sentí como su voz se rompía.— Íbamos hablando un tema delicado y de repente gritaste haciendo que mamá pegara un volantazo y tuviéramos un accidente de tráfico. Caímos por una cuneta de unos ciento cincuenta metros, chocamos con piedras y árboles. Finalmente, paramos al chocarnos con un árbol, que atravesó la luna delantera y mató a papá que iba en el asiento del copiloto. Mamá estaba inconsciente y sangraban mucho sus piernas y su torso y tú no reaccionabas.— hizo una pausa para poder limpiarse las lágrimas.— Salí del coche con varios cortes y un fuerte dolor de cabeza y mientras intentaba subir para pedir ayuda cogí mi teléfono, que no sé como sobrevivió, y llamé a emergencias.

Eh, Potter!Where stories live. Discover now