Capítulo 4

3K 169 44
                                    

Fue entrar y ver a Teddy encima de una mesa, quitándose la camiseta al ritmo de la música y rodeado de una multitud de chicas.

— ¡Teddy, baja de ahí!— le gritaba James.

No me llaméis cruel ni nada, pero 1) quería que Teddy acabara y 2) me hacia gracias ver a James en esa situación de responsabilidad, no le pegaba nada.

— ¡Teddy!— le grité yo y se giró.—¿Qué tal si nos vemos?

— No, no, no, no, nooooo...— empezó a decir con voz de borracho.— Sube conmigo y baila.

—No.— dije riendo.— Mañana, ¿de acuerdo?— y eso me hizo pensar si alguien supervisaba esta "zona joven".— ¿No querrás que se enfade Harry, verdad?— entonces se quedó blanco.

— Oh, ya no me acordaba.— dijo con vergüenza.— Corre, corre, pequeña, que nos van a castigar en vacaciones.— y eso con un tono de borracho me volvió a hacer gracia.

Empezó a correr por el pasillo, yo intenté correr, pero correr en el gimnasio me había matado. Así que dejé que los chicos fueran a por él y yo iría caminando rápidamente.

Nos despedimos de los Potter, por fin, y nos fuimos a la cama.

Al día siguiente estaba ilusionada por levantarme, eran las ocho, pero como aquí todo era más tarde, decidí ir al gimnasio ahora y no por la tarde.

Allí, no sé si por azar, estaba mi querido amigo Isaac. Me alegré de verle y, ya se estaba convirtiendo en mi entrenador personal, me hizo sufrir el hijo de su madre.

— Me voy a dar una ducha.- le dije.

— Sí, ya huele.— me dijo y se ganó una golpe con mi toalla, pero no le hizo daño y rió.

— Te veo luego, ¿bajas a la playa?— pregunté.

— ¿Qué obsesión tenéis los guiris* con la playa?

— Porque allí el sol sale poco y cuando sale, a penas calienta.

— Y luego parecéis salmonetes.— volví a pegarle y él volvió a reír.— Sí, nos vemos en la playa.

Me di una ducha rápida intentando no despertar a Luke ni al pequeño Harry.

Y me embadurné con crema, eso del salmonete, me había picado, he de reconocerlo. Me puse ropa para la playa y salí del baño.

Me asusté mucho, mucho. Ver a todos mis hermanos reunidos mirándome como si hubiera matado a alguien daba miedo.

— ¿Qué pasa?— pregunté asustada.

— Siéntate.— dijo Jack indicando el sofá-cama donde dormía Luke, que ya estaba recogido.

Obedecí y me senté muy rígida.

— No conoces a ese chico.— empezó a decir el Charlie protector.

— Tienes que dejar de verlo, ¿y si te está mintiendo?— le siguió Ken.

— No puedes tener un amigo muggle sin decirle lo que somos.—siguió Luke.

— Sorpresa, sorpresa.— dije cruzando mis piernas.— ¿Desde cuándo os importo? Para empezar: Sí, lo conozco, me ha contado su vida. Para seguir: es un mago, genios, está en Dumstrang. Para terminar: sé que no me mentiría, sería capaz de arriesgar un castigo del Ministerio para hacérselo pagar, y él lo sabe. ¿Alguna pregunta más del interrogatorio?

— Sí.— dijo Harry, sorprendiendo a todos en la sala.— ¿Este acto de rebeldía es porque eres la única chica, porque no te llevas bien con James o porque te gusta ese chico?— ha sonado demasiado maduro.

Eh, Potter!Where stories live. Discover now