Capítulo 12. Mandrágoras

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El lunes por la mañana me despertó Alice y la miré con mala gana, estaba cansadísima, el día anterior estuve intentando hacer magia con la derecha, pero no me salió mejor que a un chico de primero nacido de muggles.

Un poco más y me da por arrastrarme hasta la ropa, los párpados se me iban cerrando poco a poco, Mara tuvo que darme un toquecito en el hombro para que acabara de meterme en la túnica.

Últimamente había comenzado a hacer más frío así que me puse también mi bufanda y bajamos a desayunar.

Me manché como tres veces intentando comerme mis cereales. Estúpido brazo, ¿por qué tuviste que partirte, eh? Luke se reía de mí cada vez que intentaba llevarme algo a la boca, yo le echaba miradas de asesina, pero le daba igual.

Muchos de los profesores me dijeron que no asistiera a sus clases hasta que tuviera bien el brazo, entre ellos el señor Malfoy, quizás porque tiré todo de la mesa cuando me giré a pedirle un ingrediente a la chica de Huffelpuf de detrás de mí. Otro de ellos fue el señor Potter, que nada más verme entrar me dijo.

— Sanders, ve a la biblioteca, así no puedes usar magia, puede ser peligroso para todos nosotros.

Pasé el tiempo en la biblioteca, donde veía pasar a la gente mayor que yo de todas las casas y escuelas. También llegué la primera al gran comedor, porque, principalmente, el aburrimiento, que era colosal en aquella biblioteca, me daba hambre.

— Cada vez que te veo vas a peor, Sam.— me dijo Isaac sentándose a mi lado.

— No puedo evitar llamar la atención.5 le dije con una sonrisa.

Poco después llegó Krum y no sé por qué, me puso nerviosa su llegada y no me salía la voz, así que me limité a saludarle con la mano.

— Sam, hay reunión de cada casa tras la comida, con suspensión de clases y actividades extraescolares.— me dijo Mara sentándose a mi lado y dejando sus libros sobre la mesa.

— Tenéis que aprender el Baile de Navidad.— dijo Krum como si fuera obvio.

— ¿El qué?— preguntamos las dos a la vez.

— Todos los años que se ha celebrado el torneo, el Navidad se ha hecho una gran fiesta y todos los alumnos deben bailar el baile que bailaban los fundadores.— explicó él.

—Y los ganadores abrimos el baile.— acabó Isaac.

—¿Realmente te imaginas a Longbottom bailando?— le pregunté a Mara y ella estalló en carcajadas.

— Mi padre dice que él es un gran bailarín, que cuando él participó en el torneo, Neville Longbottom triunfó en la pista de baile.— nos dijo Krum.

Estuvimos hablando sobre el baile durante la comida, mientras yo intentaba comer como una persona normal, pero Mara acabó cortándome la comida porque sin dos manos es imposible. Subimos a ver cómo era eso que decían Isaac e Inmanuel.

En la sala común había una hoja colgada que decía que había que ir a la torre del quinto piso, porque allí habría el espacio necesario para la reunión.

Creo que ahora sé por qué no ponía "preparación para el baile", y es porque los chicos no se presentarían y dejarían en vergüenza a la escuela. Subimos a aquella torre, como indicaba el papel, había un gran espacio en el centro y sillas a ambos lados de la sala.

— Qué bueno que hayáis llegado pronto.— nos dijo el jefe de nuestra casa.— Sentaos a la derecha y a todas las chicas que veáis decidles que se sienten allí.— entonces reparó en mi brazo e hizo una mueca.— Tú solo, Tú solo observa. ¿De acuerdo señorita Sanders?— y yo asentí y fuimos a sentarnos.

Eh, Potter!Where stories live. Discover now