Todavía me sorprendía como cambiaban la decoración de Hogwarts de un mes a otro. El 31 de octubre ya estaba todo decorado por calabazas en todos los rincones y con este dulce aroma por todo el castillo, y el 1 de noviembre, ya estaba el antiguo y nuevo guardabosques trayendo el inmenso árbol de Navidad, el profesor Flitwick, de Hechizos, decoraba el árbol con Wingardium Leviosa y el ambiente olía a galletas de jengibre y pavo asado.
Los alumnos comienzan a estresarse, sobre todo los de años superiores, que dentro de nada acabarían y sus materias eran muy densas.
Yo caminaba aquella mañana maravillada y feliz por lo sucedido el día anterior, aunque fuera jueves, al día siguiente ya podría entrenar y ese día podría volver a clases. No me malinterpretéis, no amo las clases, y mucho menos las del viejo fantasma Binns, pero echaba de menos poder hace pociones, hacer magia y poder cuidar de las criaturas fantásticas de nuestra sociedad.
Me senté a desayunar en mi mesa, que estaba casi vacía. Edgar andaba por allí leyendo el periódico y desayunando, y otro tanto de último año, que daban el último tirón en sus exámenes de fin de trimestre.
Mientras comía una tostada con mermelada de fresa, llegaron Alice y Mara.— Buenos días.— les dije con una sonrisa.
— Woah, te ha llevado casi un trimestre, pero has dejado atrás tu yo de verano y has vuelto.— dijo Mara sentándose enfrente mía con Alice y yo le sonreí.
— ¿Qué tenemos hoy a primera hora?— pregunté cuando por fin tragué.
— Pociones.— contestó Alice y yo hice una mueca.— ¿Y esa cara? A ti te gusta, a ti el caldero no se te queda negro siempre.
— Va a tener la nota del examen, y me distraje por culpa de... Ni siquiera quiero mencionarlo, espero que tenga buena nota.
Isaac se acercó a nuestra mesa y nos saludo y Alice y yo le devolvimos el saludo con la mano, pues teníamos las bocas llenas. Se acercó a Mara y susurró algo a lo que ella asintió. Alice y yo la miramos intensamente.
— Fuiste tú la que nos echaste, no te enfades.
— Oh, Merlín. Soy la sucesora de cupido.— dije riendo.
— Queremos detalles.— dijo Alice con tono cómplice y una mirada graciosa que ella sólo sabía poner.
— Nos echaste y te vimos echar también a James y a ti reír con Luke.— nos dijo a mi y a Alice, respectivamente.— Salimos al patio y nos sentamos en un banco y él confesó que sentía algo por mi.
— Me encanta tener razón.— dije antes de beber de mi zumo.
— Y luego le besé.— Alice la miró con ternura y yo sonreí tras tragar el zumo para no tirarlo de mi boca.
— Ya sólo quedas tú.— dijo Alice señalándome.
— No pienso besar a Isaac, es mi mejor amigo y Mara me mataría.— dije levantando las manos como si de un atraco se tratara.
— Como se nota que has vuelto en ti... Se refiere a que eres la única que no tiene a nadie especial.— explicó Mara.
— Eso es falso, yo lo tengo, lo que pasa es que no sé si es correspondido.— dije pensando en Jake.
— Lo siento, Solo Sam, no sentimos lo mismo el uno por el otro.— dijo James que pasaba por mi lado.
— ¿No sientes asco por mí? ¿Entonces que sientes, Potter?
- Ehhh.- pillado, y yo volví a mi zumo.
No mucho más tarde fuimos a las mazmorras a dar pociones con Malfoy.
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Eh, Potter!
FanfictionSam Sanders es la única hija de una exjugadora de las Arpías de Holyhead, cuando va a Hogwarts coincide con James Sirius, el hijo de una amiga-compañera de equipo de su madre. Ella, al ser la única chica de la familia, porque tiene cinco hermanos...