Capítulo 26. Irlanda vs Francia

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La final se había atrasado por varias tormentas de rayos, no querían poner en peligro a los jugadores de élite, así que dos semanas nos quedaban, o más bien le quedaban a James, para conseguir su apuesta.

- Quiero negociar las condiciones.- me dijo sentándose al lado mío del sofá y sacándome de la lectura.

- Ajam...- dije y él me miró sin gracia.- Valeeeeee.- acepté.- No te alejarás de mi para siempre.- vi una sonrisa triunfante en su cara.- Pero...

- Siempre hay peros.

- Es que una apuesta sin que yo gane algo no es una apuesta.- le expliqué.- Pero,- retomé- dejarás de intentarlo hasta que, yo alguna vez, a lo mejor, quiera algo.

- Antes dijiste que nunca más lo intentara.- dijo sonriendo.- Eso significa que estoy más cerca.- besó fugazmente mi mejilla y se fue corriendo a no sé donde.

Seguí mi lectura hasta que Fleur la interrumpió.

- Las chicas van a Les Marais, un barrio, a comprar ropa, ¿quieres ir con ellas?

- Sí.- dije, llevaba dos días encerrada leyendo. No me malinterpretéis, amo leer, pero ya me había leído dos libros y medio y no me gustaba el gusto de Vicki.

- Chicas, nos vamos.- dijo ella y salió de la casa. Yo busqué a mi madre que me dio dinero muggle, sabía que irían a uno muggle así que... Mi madre me dio dinero suficiente para renovar mi armario entero, el cambio de monedas ahora estaba favorable para los magos, la verdad es que lo necesitaba, porque mi estilo era muy... Infantil y quería cambiarlo. Ya tenía quince, aunque este año no hice nada, ni soplé las velas de la tarta, Ken seguía en el hospital y yo no estaba de humor; así que mi estilo quería hacerlo más maduro.

Vicki y DeDe bajaron cuando me despedía de mamá y salieron y yo las seguí. Nos subimos a un coche, era más pequeños que los que había visto y de color rojo. En poco tiempo estuvimos en calles muy concurridas, pero esta vez por gente muggle, sólo había que fijarse en su ropa.

- Volveré antes de cenar. ¿Tenéis dinero suficiente para comer?- y las tres asentimos a la pregunta de Fleur.- Pasadlo bien.- nos dijo y siguió con el tránsito.

Fuimos primero a las tiendas de DeDe, sabíamos que lo suyo iba a ser rápido y que luego se sentaría en la heladería de la calle principal a esperarnos. Por primera vez vi cosas en Vickie parecidas a mí. Le gustaban las mismas tiendas que a mí. Pasamos primero por una tienda de vaqueros, Vickie quería comprar unos nuevos. Y mientras ella decidía que modelo comprarse yo compré dos vaqueros, uno de talle alto y otro normal; una falda con muchos botones y una chaqueta vaquera. Por fin se decidió y pudimos ir a la siguiente: Hollister. Era una de mis marcas favoritas y en Francia esta marca era un poco más barata que en Inglaterra. Compré varias camisetas de verano e invierno, dos chandals y una gorra chulísima que me enamoró.

La siguiente la eligió Vickie, decidimos ir eligiendo una cada una, pero está también me gustaba a mi: GAP. Donde compré dos sudaderas y más camisetas. Luego fuimos a una tienda menos conocida: pull&bear, y compré chalecos y rebecas. Por último, pasamos por una enorme tienda de zapatos. Compré sandalias, unas lonas marfil bajitas (la marca creo que era Converse), unos botines de deporte y una mochila nueva (a la antigua se le había roto un asa de todas las cosas que llevaba este año).

Recogimos a DeDe, que protestó por nuestra tardanza, y nos dirigimos a un restaurante "de comida rápida". No sabía lo que significaba eso pero más tarde vi que sólo te servían la comida y tú tenías que buscarte el sitio, la mayoría de la comida eran hamburguesas con patatas y la gente se agolpaba para poder comer a precio barato.

Las siguientes semanas jugamos al Quiddich, aunque sin Jake era aburrido porque los demás éramos muy malos en la posición de guardián, pero por lo menos pasamos buenos ratos. A todo esto que llegó el día antes de la final y James se había acercado demasiado a mí y, por lo visto, no era el único que quería conseguir una chica. Cuando subí tras la cena a lavarme los dientes, Vickie y Jack se besaban. No sé como era posible, no se habían dirigido la palabra en el mes que llevamos aquí y ahora se estaban besando y yo sólo me quedé quieta. Mi cerebro me decía: corre idiota y mis piernas decidieron quedarse quietas. Al final me puse nerviosa y empecé a toser, bien Sam bien.

Eh, Potter!Where stories live. Discover now