Capítulo 5 - La Habitación Contigua (Parte 2)

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Aquel hombre no parecía querer soltar su mano y denotando un gran esfuerzo, sus labios se movieron diciendo entre balbuceos -Violeta...- pero su voluntad desfalleció y volvió a cerrar los ojos soltando con ello su mano. Henry reaccionó diciendo -Ammy, quédate con Violeta mientras voy por ayuda- Ammy asintió mientras Henry salió deprisa del cuarto. Violeta aún no salía del shock, en su mente quedó grabada aquella mirada tan profunda, la expresión de frustración de "Johan" por intentar hablarle.

Al momento volvió Henry junto con las enfermeras y Dennis, quienes de inmediato revisaron los signos de Johan mientras ellos fueron sacados del cuarto.

Ya en su habitación Violeta seguía algo perturbada -Iré por un calmante-dijo Ammy dejándola con Henry, quien junto a la camilla la tomaba de la mano le diciendo ­­-tranquila, esperemos a que la doctora nos dé una explicación sobre lo sucedido-.

Así pasaron los minutos impacientes hasta que llegó Dennis diciéndoles -ya hicimos la revisión, aunque su ritmo cardiaco estuvo acelerado, al parecer pudo tratarse de los reflejos propios de su estado o quizás un momento de lucidez intentando salir del coma- a lo que Henry dijo -pero él abrió los ojos y pronunció su nombre ¿Eso es normal para alguien que esté en coma?- a lo que Dennis respondió- realmente no es normal, puesto que los reflejos son más de impulsos y no de acciones a voluntad, por eso no descartamos la posibilidad que sea un progreso en su estado y según lo que me contaste, Violeta estaba frente a él y al ser lo primero que vio al abrir sus ojos luego de tanto tiempo inconsciente, es normal que querer decirle algo o simplemente pedir ayuda- ante la explicación Violeta se tranquilizó un poco, pero esto no borraría de su mente la expresión de Johan al sujetarla -quizás haya sido eso- dijo Henry- después de todo siempre le hablé de ti, probablemente haya tenido algún momento de conciencia en el cual se grabó tu nombre- Dennis se retiró de la habitación topando de frente con Ammy quien llegaba con los calmantes -ten cuidado- ­dijo mostrando el vaso que traía -es agua y te puedo derretir- Dennis ignoró el comentario y siguió su camino dejando atrás a Ammy quien la miraba con satisfacción por el incómodo encuentro.

-Bueno, creo que ha sido un día muy agitado -dijo Ammy entregando la medicina a Henry y despidiéndose de violeta- ­mañana volveré para acompañarte a las terapias y así seguiremos conversando, por ahora los dejaré solos pues sé que tienen mucho de qué hablar- con ello se retiró dejando en silencio la habitación.

En silencio pasaban los minutos generando tensión en el ambiente, Violeta divisaba por la ventana mientras Henry no paraba de observarla; lentamente se acercó a ella y con dulzura mientras tomaba sus manos, le dijo -creo que es hora de que hablemos, de contarte qué papel cumplo en tu vida, quién soy y lo que necesites saber de nuestro pasado- mientras decía esto su voz temblaba al igual que sus manos, pero con una actitud decidida- quiero iniciar por mis sentimientos- al escuchar esto ella se sonrojó al instante sintiéndose traicionada por su propio cuerpo, ya que se había vuelto costumbre que sus mejillas la delataran ante la cercanía de Henry, quien en ese momento le decía- esta habitación ha sido testigo de mis plegarías, de mis noches de insomnio aferrado a una esperanza, también ha visto mi desesperación y lágrimas por la sola posibilidad de perderte; desde la primera vez que te vi, tu mirada invadió mi alma como una gota de tinta cayendo sobre el agua más cristalina, desde entonces has sido el motivo por el cual una sonrisa se dibuja en mi rostro al despertar cada mañana y por quien agradezco cada noche con una oración- ante esta declaración Violeta sentía como su cuerpo se paralizaba, la atmósfera era capaz de disipar el tiempo y espacio como si en ese momento solo existiera Henry y ella, no había más que la calidez de sus manos, sus miradas y el sonido acelerado de sus corazones.

Aunque Violeta no recordaba nada, él había logrado cautivarla con sus detalles, palabras, gestos, su apoyo ante un mundo lleno de extraños; su amnesia no era un impedimento para que despertara un sentimiento hacia él, aunque sentía que no podía dejarse llevar hasta conseguir recordar su pasado. 2

Olvidarte para amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora