Capítulo 11 - Ataque en la Oscuridad

58 4 7
                                    

Mientras iban en camino no paraba de mirar a todos lados, intentando reconocer algún lugar o al alguna persona, aunque también intentado identificar quién estaba detrás del ramo de flores, del anillo y del llamado en el jardín, aunque se mostraba bastante incómoda, Ammy comprendía lo que le sucedía y trataba de distraerla un poco.

De esta manera transcurrió la tarde, fueron de compras, luego al salón estético y por último a un restaurante de comida Thai, todo parecía estar bien, pero en la mente de Violeta solo había inquietud e incertidumbre; Ammy no paraba de hablarle sobre diferentes temas con el fin de distraerla, pero aunque ella parecía escucharle, su mente estaba trabajando para tratar de dar sentido a todo lo ocurrido; en ese momento el celular de Ammy vibró dando aviso a una llamada, era Henry, ella contestó mientras le daba indicaciones de donde estaban y al colgar dijo:

-Dice que está cerca y que vendrá por nosotras, eso quiere decir que nos dará tiempo para comer algo más-.

Ammy pidió una bebida mientras Violeta prefirió no hacerlo, a los minutos mientras traían su pedido vio entrar al restaurante a una mujer que parecía ser Dennis dirigiéndose a los baños, con sorpresa se levantó para seguirla con su mirada chocando con el pedido que fue derramando sobre su ropa, su reacción fue de desagrado al sentir como el líquido corría por su piel:

-Mi... mi... mi expoliación-.

Violeta no sabía qué hacer mientras Ammy daba pequeños saltos; de inmediato salió hacia el baño para limpiarse y simultáneamente se acercó un mesero y preguntó:

-¿Señorita Violeta?-

-Sí- respondió algo extrañada.

-El caballero de la mesa 5 –dijo señalando con su mirada- le ha enviado esto- entregándole un sobre con una invitación y una flor de lavanda en medio.

Con inmediata reacción Violeta se levantó de su mesa para conocer de quién se trataba, pero la mesa señala se encontraba vacía mientras que un hombre de chaqueta negra que salía del restaurante llevando en su mano algunas flores de las que le acaba de enviar con el mesero; se apresuró para ir tras él, pero ya había caído la noche y no logró ver su rumbo.

Al mirar hacia su derecha lo ubicó en la esquina, parecía esperarla, como si quisiera que se acercara, el viento comenzó a soplar trayendo con él las primeras gotas de lluvia de una llovizna venidera que se evidenciaba por las nubes que alcanzaban a distinguirse con la luz de la luna que era eclipsada por las mismas.

Aquel hombre estaba de pie y ahora traía una gorra, la calle era muy poco iluminada y la única lámpara que había, se ubicaba mucho más delante y daba justo detrás de él quedando en contraluz.

A pesar de estar sola decidió ir hacia él, pero mientras se avanzaba la lluvia caía con fuerza en su rostro dificultando su mirada, sus pasos eran pausados, pues sentía algo de temor mientras se acercaba; estando a unos cinco metros de él paró y con fuerza preguntó:

-¿Quién eres? ¿Qué quieres de mí?

Él lanzó las flores que tenía en su mano, éstas con la fuerza del viento cayeron justo en los pies de Violeta.

-¿Eres Daniel?

Sin decir una palabra con su mano izquierda buscó en su chaqueta y sacó una cuerda, luego inició pasos hacia ella, con la mano derecha tomó el otro extremo y los ató con fuerza en sus manos dejando un largo de unos 30cm aproximados, sus pasos eran firmes mientras tiraba de la cuerda con ambas manos para tensionarla, mientras más se acercaba, más la tensionaba, el viento soplaba con fuerza aumentando la lluvia, el temor se apoderó de ella, retrocedió tres pasos, dio media vuelta y comenzó a correr, el agua andaba por el asfalto. 1

Olvidarte para amarteOnde histórias criam vida. Descubra agora