Capítulo 22 - El Final (Parte 2)

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El sonido del viento, los árboles y de todo el ambiente se disipó; por un instante solo se escuchó el caer de las gotas de sangre sobre las hojas secas que yacían en el suelo, las cuales eran manchadas de un rojo oscuro anunciando el impacto profundo del disparo.

Violeta quien permanecía muda ante la impresión del momento, volteó su mirada con angustia hacia Daniell, quien aún estaba de pie llevando sus manos al abdomen intentando encontrar la herida del proyectil, pero al no ver mancha de sangre alguna, miró a Violeta, quien con alivio y desconcierto a la vez lo observaba; luego de esto Henry, sosteniendo aún el arma en dirección a Daniell, cayó de rodillas llevando su mano izquierda hacia su espalda, percatándose que estaba empapado en sangre proveniente de una herida.

Al voltear, vio un arma precipitarse contra las hojas caídas por el otoño, y de pie con lágrimas en sus ojos a Ammy, quien con voz quebrada le decía:

-Perdón, perdóname Henry; pero no puedes seguir lastimando a las personas-.

-¿Cómo pudiste hacerme esto? Somos como hermanos.

Dennis reaccionó y de inmediato corrió hacia Ammy, pero Henry, quien había bajado la guardia, subió nuevamente el arma lanzando un disparo hacia el aíre:

-¡Que nadie se mueva de donde está!-.

Dennis se detuvo de inmediato, Ammy permanecía aterrada por lo que acababa de hacer, Daniell estaba aún de pie frente a Henry analizando la situación para evitar que dispara a alguien, Violeta seguía en el suelo sin saber cómo reaccionar.

-Debes recordarlo todo Violeta, debes hacerlo o te juro que lo mataré-.

-Ya lo recordé todo, ya sé todo lo que pasó antes del accidente-.

-No me refiero a eso. Debes recordar la primera vez que nos conocimos.

Violeta estaba confundida ante la exigencia de Henry, pero no sabía si jugar nuevamente con su mente, pues podría provocar su ira y que alguien más saliera herido.

-Debes calmarte, ella ya recordó todo y por esto está conmigo ahora; debes dejarnos ir, te llevaremos a un hospital y trataremos de llegar a un acuerdo para que no vayas a la cárcel.

-¡Cállate Daniell! Tú fuiste quien se interpuso entre nosotros, tú fuiste quien llegó a su vida y me la robaste. Ella era solo mía, mía y de nadie más.

-Henry; Violeta y yo nos íbamos a casar cuanto tú la conociste-.

-¡Qué te calles! No me tomes por loco, ella y yo nos amábamos cuanto tú me la robaste-.

Daniell miró a Violeta algo desconcertado ante lo dicho por Henry, mientras que ella le respondió con la misma mirada de desconcierto. Él tenía problemas mentales y quizás la estaba confundiendo, creyó Violeta, así que intentó manejar la situación.

-Sí Henry, lo recuerdo; yo estaba en el parque mientras tú...

-¡No juegues conmigo! Gritó con furia mientras le apuntaba con el arma –Hablo de antes, la primera vez que nos vimos, cuando querías recuperar a tu mascota... ¿Lo recuerdas?

Todos estaban aún más confundidos por las incoherencias que decía Henry, mientras que él seguía desangrándose por la herida.

-Sí Violeta, Henry tiene razón-. Habló Ammy que recién recobrara su lucidez ante lo sucedido.

Natalia me llamó mientras estaba en la cabaña, ella te había mencionado sobre una parte de tu vida de la cual no habían encontrado registros.

Violeta recordó el momento en el cual había estado con su amiga investigando sobre la vida de todos para ayudarle a recobrar la memoria, donde al igual que en la vida de Daniell, también en su historia hubo un lapso de tiempo del cual no tenían registros.

Olvidarte para amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora