«CAPÍTULO NUEVE»

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Capítulo nueve: Desastres Naturales (Parte Dos).

Namie caminaba atenta a cualquier movimiento. Sabía que la bandera podía estar en cualquier lado por lo que movía los ojos a todas partes, para no perderse de vista ningún rincón.

No estaba muy segura si lo de los Desastres Naturales era cierto o no, pero prefería prevenir que lamentar.

Camino varios minutos hasta escuchar como alguien pisaba una hojas, entrecerró los ojos pero siguió caminando hacia adelante haciendo la despistada. Una vez que volvió a escuchar el ruido volteo bruscamente encontrándose nada más y nada menos que con Logan.

—Ugh ¿Tú? —Dijo con fastidio—. ¿Qué demonios quieres?

—Bueno...—jugó con sus dedos.

Él mismo aún no se entendía por qué cada vez que se le acercaba se ponía tan nervioso. Siempre había sido un Dios con las chicas, pero esta vez no era así. Namie no le hacía caso y eso le frustraba.

Él lo tenía todo.

Belleza.

Buen humor.

Era educado.

¡Pero ella no le hacía caso!

Y eso hacía que él quisiera acercarse cada vez más a ella. No descansaría hasta poder conquistarla y hacerla una más en su lista.

—¿Bueno...?—lo incitó a seguir.

—E-Es que yo... te vi tan sola que creí que querrías protección.

Namie lo miró unos segundos y después soltó una gran carcajada.

—La protección de un chico es lo último que necesito—dijo fríamente—. Así que si quieres puedes irte.

La chica se dio media vuelta y empezó a caminar sin rumbo alguno.

Logan no se iba a dar por vencido así que la siguió hasta ponerse al lado de ella. La miró y le dio una de sus mejores sonrisas.

—¿Qué pasa? ¿Tienes algo entre los dientes? —dijo sin mostrar alguna expresión.

Logan borró su sonrisa y se sonrojó.

"Sí que es difícil" pensó.

—No... es solo que...

—Logan, seré clara contigo—suspiró—. ¡No quiero tu compañía! Lo único que haces es atrasarme y estorbarme. Así que te agradecería que, no sé, ¡Te largues!

Logan se había quedado con la boca hasta el suelo, nadie en su vida le había hablado de tal manera. Siempre obtenía lo que quería y más si se trataba de una chica.

Namie siguió caminando, estaba rezando a Dios, A Buda, al Illuminati y a todos esos Dioses poderosos para que la dejara en paz.

Pero se dio por vencida al escuchar como Logan corría tras ella.

—¿Alguna vez te hice algo? —preguntó parándose al frente de ella y arqueando una ceja.

—Sí—Logan la miró confundido—. Existir.

—¡Pero que complicada eres! —bufó cabreado.

—Si te parezco complicada, déjame en paz—dijo sin darle importancia y seguir caminando.

Logan apretó los puños. Estaba cansado de esa chica y esforzarse tanto solo para agradarle.

—¡No me dejes con la palabra en la boca!

Drama en la IslaWhere stories live. Discover now