Drama en la Isla

«BONUS UNO»

Bonus 1: La vida de Channel.

—¡No! ¡No! y ¡No! —grito su padre tirando la invitación al suelo.

—Pero... termine con todos mis deberes e hice los de la próxima semana por lo que creí que...

—Channel O'Brien ¿Qué no entiendes lo que es un no?

—Deberías aprender de Paige, ella si entiende cuándo se le dice "no" —dijo su madre pintándose las uñas con un refinado esmalte.

—No compares a Channel con Paige. Cada una es perfecta a su manera—regañó el padre.

Channel giró su cabeza y miró como su hermana se encontraba en el patio haciendo ejercicios.

—Sabes que lo hacemos por tu bien, hija. No podemos permitir que te rebajes de esa manera. Esa debe ser una fiesta de mala muerte, te podemos hacer una si quieres. Pero ahora...—el padre busco algo en su maleta—. ¿Por qué no te aprendes esto?

"Doscientas maneras de ser una chica perfecta" leyó en la portada.

Channel miró a su padre el cual le regalo una sonrisa antes de volver a centrarse en su trabajo.

Bufó y se fue a su cuarto escaleras arriba. Abrió las dos puertas de su cuarto con ambas manos y las cerró con fuerza. Tiró el libro en su cama y se acercó a su balcón. Del cual logró ver como adolescentes y niños jugaban por todas partes.

—Tan libres...—dijo con anhelo.

—Toc, toc—dijo Paige recostada en el marco de la puerta—. El portazo se escuchó hasta abajo. Mamá está molesta porque hiciste que su esmalte se corriera.

Channel viró los ojos y soltó una pequeña risilla.

—¿Anhelando la libertad nuevamente? —Preguntó entrando al balcón junto a ella, Channel asintió—. ¿Por qué? No se vive tan mal aquí. Lo tenemos todo—dijo sonriente.

Channel negó.

—Todo menos felicidad.

—Yo estoy bastante feliz.

—Pero yo no—respondió seca mientras se volteaba para entrar a su cuarto—. Deseo... libertad, deseo riesgo, deseo aventuras—decía con un brillo en los ojos—. Deseo conocer a alguien que... que me haga ver como es la vida realmente. Que me saque de esta estúpida burbuja en la que me encuentro, que me haga feliz no importa de qué manera simplemente que lo haga.

Paige sonrió enternecida y se acercó a su hermana para abrazarla.

—Channel tienes sueños de princesa encarcelada—rió—. Tienes a Fletcher.

Channel hizo el sonido de una trompetilla con sus labios mientras se sentaba en su cama.

—A él ni si quiera lo amo—dijo sin importancia—. Papá me lo puso los ojos no yo. Yo quiero elegir de quien enamorarme, no que elijan por mí.

—Sabes que eso no será posible—se sentó a su lado y acarició su espalda—. Fletcher y tú se van a...

—¡No me lo recuerdes, Paige! Tan solo pensarlo hace que me den ganas de vomitar.

—En cambio yo... creo que si estoy enamorada de Daniel—dijo sonriente—. Ayer por fin sonreí cuando me beso.

—Eso no es estar enamorada. Estoy segura de que cuando yo lo esté... lo negaré hasta aceptarlo.

—¿Por qué crees que lo vas a negar?

—Porque me voy a enamorar de alguien con el que no sea compatible—dijo con una sonrisa juguetona.