Drama en la Isla

«CAPÍTULO DIECINUEVE»

Capítulo Diecinueve: Eliminación.

Paige abrió la boca y una gran sonrisa se le formó en los labios.

—¡Trent! —chilló moviendo sus brazos emocionada.

La chica dio un pequeño saltito y se puso a correr al chico quién tenía los brazos extendidos para recibirla. Paige saltó y enroscó sus piernas en la cintura del chico.

Will infló las mejillas y apretó los puños al apreciar la escena. Sintió como su rostro se calentaba.

¿Celos?

Si... ¡Sí! ¡Estaba celoso! Hace unos segundos ellos estaban besándose y ahora ella estaba colgada en los brazos de otro ¿Cómo querían que no le den celos?

Caminó dos pasos hacia adelante con los puños cerrados y apretando la mandíbula.

—¡Estas hermosa, Paige!

—¡Tú más, Trent!

Channel soltó un bufido mientras cruzaba sus brazos y ponía los ojos en blanco. Trent la miró y sonrío de lado.

Bill al ver aquel acto hizo lo mismo que su gemelo y se puso a su lado.

—¿Quién es? —le susurró el rubio al peli azul.

—No lo sé, pero estoy dispuesto a partirle la cara en este instante.

—Te ayudo—ambos chicos asintieron y chocaron los puños acercándose el rojizo.

Trent soltó una pequeña carcajada y bajó a Paige para girar su cuerpo hacia la gemela mayor.

—¿Esa es la manera de recibir a tu hermano mayor?

Y los gemelos se detuvieron de golpe.

—Jodete Trent—lo fulminó y miró a su hermana—. Te dije que papá se iba a molestar por estar haciendo estupideces.

Paige frunció el ceño.

—¿Estás diciendo que es mi culpa? —contestó Paige indignada.

—Picante—comentó Cam viendo la escena expectante como todos.

Channel miró a su hermano.

—¿Papá te mando?

—Sí.

—Ahí tienes tu jodida respuesta, Paige—la chica se dio media vuelta y empezó a caminar hacia la casa.

Bill y Will se miraron.

—Aborta misión, aborta misión—dijeron ambos retrocediendo.

—¡Así que hermano! —Alzó la voz Bill—. No sabía que Channel tenía hermano—empezó a rascarse la mejilla.

Trent entrecerró los ojos al reconocer al rubio. Caminó elegantemente unos pasos hacia él y se paró en su delante con una mirada de superioridad.

—Tú eres Bill ¿No?

—Sí...

—Genial, no sabes cuánto he querido hacer esto.

Acto seguido el chico alzó el puño y lo estrelló en la nariz del rubio. El cuerpo de Bill, por impulso, se fue hacia atrás cayendo y siendo atrapado por Will. El rubio abrió los ojos mirando sorprendido al recién llegado quien limpiaba la sangre de su puño.

—¿¡Qué mierda te pasa!? —chilló limpiándose la sangre de su nariz.

—¿¡Crees que no he visto las mil veces que has hecho llorar a mi hermana!?