«CAPÍTULO TREINTA UNO»

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Capítulo Treinta y Uno: Eliminación.

Charlie se sentó al lado del chico de cabello ondulado haciendo una mueca de inconformidad, no quería dejar ir a sus amigos. Cada vez los días eran menos eso significaba que el tiempo con Thomas se iba reduciendo y sentía que no lo había disfrutado lo suficiente. No quería perder contacto con él cuando salieran de la isla, tampoco quería que desaparezca de su vida para siempre; se había vuelto una persona muy especial para ella tanto como amigo, como... algo más. Pero no podía decírselo aún, aunque tal vez él ya lo supiera o sospechara.

—En serio que voy a extrañarte.

A Charlie le sorprendió que el chico haya leído sus recientes pensamientos. Le encantaba que de alguna manera ambos se complementaran porque eran casi lo contrario. Ella era muy alegre y amigable mas Thomas no, se la pasaba encerrado en su propio mundo de libros sin importarle los demás.

—Yo igual te voy a extrañar a ti—suspira—. Eres muy especial para mí, creo que ya te lo había dicho.

Thomas sonrió de lado. Charlie era la única chica que lo hacía sentir de esa manera. Feliz y nervioso, emocionado y aterrado, eran muchas las emociones que podía sentir con tal solo su presencia. Tal vez haber hecho todo este viaje había sido la mejor decisión que pudo haber tomado; ya que la había conocido y no solo eso... se había enamorado.

Aunque odiase admitirlo le emocionaba de poder invitarla a salir cuando termine la competencia y así poder ser algo más que amigos... tal vez... ¡Mejores amigos!

No, no, eso no...

Sabía perfectamente que eso no era lo que quería con Charlie, pero no tenía el valor de pedírselo por más que lo quisiera.

—Charlie... —la chica lo miró, a pesar de tener la cabeza abajo él podía sentir como captaba su atención—. No quiero que nos distanciemos.

—Yo menos...

—Quieres que... —se le hacía casi imposible hablar pues se caracterizaba por ser un chico nervioso—. ¿Quieres que tú y yo...?

—¿S-Sí?

Por un momento los ojos de Charlie se iluminaron ¿Es que acaso el chico estaba a punto de pedirle lo que más había deseado desde que puso los ojos en él en la competencia?

—¿Quieres que tú y yo compartamos correos electrónicos?

—...

Debió verse venir que diría algo como eso, se había olvidado de que estaba hablando con Thomas, obviamente no le iba a invitar a salir. Como siempre ella era la que tenía que dar el maldito primer paso.

—No puedo creer lo que mis ojos están viendo ¿En serio no la invitó a salir? Es un perdedor.

—Bah, quien habla.

El rubio abrió mucho los ojos y miró incrédulo a la chica que tenía apoyada en su estirado brazo derecho.

—¿Perdón?

—Tú ni si quiera me has pedido para que seamos algo formal—hablo la castaña calmada mientras metía una frambuesa en su boca—. Y eso que ya hemos hecho muchas cosas—alzó las cejas viéndolo de una manera obvia.

—Pues es que estoy esperando el momento apropiado.

—Tch—la castaña quitó el brazo del chico de una manera delicada y se levantó haciendo que su corta falda deje ver más de lo debido—. Esa es una excusa de cualquier cobarde, Bill—y sin decir más se fue.

Drama en la IslaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora