«CAPÍTULO VEINTINUEVE»

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Capítulo Veintinueve: Eliminación.

La castaña entró a la casa de puntillas, no se había dado cuenta de lo rápido que las horas habían pasado desde la noche anterior. Peinó su cabello para que se viera un poco más decente y le hizo una seña al rubio para que entrara también, este así lo hizo, arreglándose su desaliñada ropa y acomodando su peinado.

Ambos rieron torpemente mientras caminaban por la oscuridad de la casa, eran las cinco de la mañana y el sol aun no salía por completo por lo que aún les costaba ver.

—Carajo, no veo nada.

—¡Shhh!

—¡No me chites!

—¡Billgard, no hagas bulla!

—¡Ahhh! Pero hace rato no decías nada ¿Verdad?

La chica se sonrojó y golpeó al chico en el pecho con fuerza haciéndolo jadear. En defensa él tomó el brazo de su chica para luego bajarlo a su cintura y acorralarla contra la pared.

Aquel gemido de sorpresa que había soltado se había vuelto su sonido favorito, ella era tan perfecta para él y ahora que ambos estaban siendo cien por ciento francos con el otro todo cambiaba. Empezó a fundir sus labios en un caliente beso para después bajar los mismos hacia su descubierto y marcado cuello.

La contraria cerró un ojo y evitó emitir cualquier sonido que calentara a su compañero, a veces podría considerarlo un ser... bestial.

—Se puede saber... ¿Dónde estaban ustedes dos?

Ambos jóvenes se separaron al ver la luz que reflejaba la mirada desaprobatoria de Cam. Tenía una bata azul con rayas puesta y se encontraba con los brazos cruzados.

—Salimos a caminar por ahí—respondió con simpleza el rubio.

—¿Tantas horas?

—Teníamos cosas de que hablar después de lo que hizo Trent.

Cameron Glood viró los ojos mientras formaba una sonrisa lasciva en su rostro. ¿Acaso lo creían tonto? ¡Claro que no! Estos niños se habían ido a... hacer ciertas cosas que un programa para todo público no podía saber.

—Espero que hayan sido cuidadosos.

—Sé usar condones, Cam.

—¡Billgard! —chilló Channel con la cara enrojecida.

—Es broma, preciosa—se burló el chico tomándola de la cintura de nuevo para apegarla a él—. Pero me encantaría saber cómo reaccionaría tu padre si cree que te quité la pureza—ronroneó mordiendo su lóbulo.

La chica viró los ojos y lo empujó.

—Estoy cansada, me voy.

Channel subió las escaleras hacia su antigua habitación, en ella solo quedaban Paige, Megan y Charlie. Se veía tan vacío sin sus otras amigas, Aisha, Abigail y Bryanna ya se hacían extrañar. Se acercó al espejo y con la poca luz de luna que entraba por la ventana logró visualizar las marcas que había dejado su chico en el cuello.

—Mierda—formó con los labios.

Pasó sus manos delicadamente por las marcas moradas. ¿En serio se contenía tanto? Realmente pareciese que ese chico se encontraba deseoso por tener sexo. Se había comportado tan salvaje pero a la vez tan dulce...

Él era impredecible.

—Channel—la mencionada dio un brinquito ante el llamado de su hermana—. Al fin llegas ¿Dónde estabas? No llegaste a cenar, ni a dormir.

Drama en la IslaWhere stories live. Discover now