«CAPÍTULO DIECISIETE»

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Capítulo Diecisiete: Disney.

Sus ojos ámbar viajaron hacia adelante. Le dolían por lo mucho que había llorado, pero en realidad no sabía que más hacer en momentos como estos.

Solo quería desahogarse.

Agarró su lata de soda y le dio un gran sorbo volviendo a mirar hacia el mar.

Bajó de la lancha y miró hacia su alrededor, todo le desagradaba. Todo... menos esa chica que miraba sus uñas con arrogancia.

Sonrió ante el recuerdo.

Ella se encontraba en la misma situación, solo que estaba en la parte izquierda de la casa sentada en el suelo como indio.

Dió otro gran sorbo a su bebida de ponche y miró hacia el mar.

Caminó tambaleándose para empujar a Megan y pararse al frente del rubio.

—¿Tratas de sacarme celos o algo así?

—Umm puede que sí, puede que no ¿Funcionó?

La castaña rio tristemente ante la ocurrencia del rubio.

El rubio talló su ojo derecho. Estaba cansado que lagrimeara, pero le era inevitable detenerlo. Era horrible sentirse débil por alguien que no valía pena.

Vio como la chica caminaba sola en el bosque y una idea se le vino a la mente seguido de una sonrisa perversa.

—Nada en este estúpido bosque podrá asustarme...

—¡Channel!

—¡AAAAAHHH! —Gritó la chica.

Apretó su lata y la tiró lejos, juntándola con las demás.

Channel dejó su lata a su costado y abrió una nueva. ¿Sería la décima? ¿Onceaba? Ya había perdido la cuenta.

—¿El día de ayer en la eliminación lloraste por qué temías ser eliminado y no ver nunca más a Channel?

—¿Qué? Pft no...

Y chilló de dolor.

Channel miró su lata y la apretó con fuerza.

—¿Por qué tienes que ser tan bipolar? —Se levantó del suelo—. A veces no entiendo...

Bill se levantó del suyo.

—...Si me quieres o no—y se metió a la casa.

[...]

—¿¡Y acaso yo tengo la culpa de que me haya hecho caso!?

Alex y Charlie se miraron.

—¡Si! —le gritaron a la japonesa.

—¿No viste lo triste que se puso? —dijo Charlie

—No.

—¡Namie! Está bien que no te agraden los chicos, pero tampoco es para que te metas en la vida amorosa de ellos dos—viró los ojos Alex—. A él le gusta ella y a ella le gusta él ¡No debiste sacar tus raras conclusiones!

—¿Cómo estas tan segura de que a ella le gusta él, Alex? —se cruzó de brazos la pelinegra.

—¡Porque lo ve cómo Alex ve a Jacob! ¡Cómo yo veo a Thomas! ¡Cómo Logan te ve a ti! —la pequeña puso un dedo en el pecho de la japonesa quien viró los ojos.

—¡Eso no tiene ningún sentido!

—¡Pregúntale y te dará una respuestas afirmativa! —chilló Alex.

Drama en la IslaWhere stories live. Discover now