royals

cuatro

[FLASHBACK]

Trata de captar todo el aire posible, Antoinette. Trata de hacerlo aunque sea la única cosa que hagas… me repetía mentalmente mientras sentía como cada vez se apretaban más el corset.

Finalmente había llegado el día del ansiado baile.. Y digo ansiado cuando me refiero solamente a Alec.

Él, de un día a otro, había cambiado su actitud conmigo. Me trataba un poco más amable, me dedicaba las buenas mañanas y noches y también habíamos almorzado todos juntos los últimos cinco días… Pero no hay que omitir que siempre se producían silencios incómodos en los cuales me retractaba de haber ido. En esos momentos quería salir corriendo hacia mi habitación y encerrarme en ella. 

Luego recordaba que no existía tal ansiada puerta. 

No entendía cuál era su ansiedad de que yo fuera a aquél baile.

Y claro, no iba a ir sola.

Alec y Tanya también estaban siendo arreglados. No tenía ni la menor idea de donde habían sacado a aquellas personas para que nos ayudaran a vestirnos.

Tampoco entendía cual era la idea de la realeza de que este baile fuera a la antigua. Las mujeres con esos vestidos enormes, con muchísimo vuelo y con corsets que no te dejaban respirar. Tal y como se mostraba en Los Piratas del Caribe.

Bonus: también había que ocupar una máscara.

—Bien, ya estamos listas. ¿Te sientes cómoda con el amarre? —enderecé mi espalda. Mis brazos estaban apoyados en la pared, tenía que sostenerme de algo. Al estar derecha, pude sentir que el amarre no era tan incómodo como antes y a medida que pasaban los segundos, mi cuerpo se iba acostumbrando. Asentí, mientras me dirigía hacia el espejo.

Quedé impresionada. Casi nunca me sentía a gusto con mi cuerpo, con mi apariencia, a pesar de que algunos de mis amigos me dijeran que estaba loca cuando pensaba en eso, que era la más bonita del grupo, etc. Pero eso no ayudaba mucho en mi autoestima como debería hacerlo.

Observé por el reflejo del espejo a la chica que me había ayudado a vestirme, peinarme y maquillarme. Era joven. Quizás me pasaba por unos dos años, no mucho.

Me volteé, observándola y le dediqué una sonrisa.

—Muchísimas gracias —estaba totalmente agradecida, no tenía por que fingirlo. Ésta asintió y se retiró, dejándome sola en la habitación.

Observe mi reflejo con más detenimiento, comenzando con mis pies, que no se podían ver para nada. El volumen del vestido los tapaba por completo y tenía que levantarla un poco para caminar, no quería terminar de boca en el suelo sin dientes.

El vestido estaba compuesto entre una mezcla de la época medieval y moderna. Era de un color dorado con costuras negras. La parte de abajo era como un globo pero no tan grande como antes; y la parte de arriba, los hombros y los brazos los tenía descubierto donde se podía ver claramente el tatuaje que tenía a lo largo del hueso de la clavícula izquierda. "Esclava de la libertad" escrito en cursiva, en sueco y con un pajarito al final de la oración. Sí, algo contradictorio en mi caso pero siempre había querido ser libre... Ojalá pueda serlo algún día.

Mi cabello lo habían dejado suelto pero le habían agregado muchos rulos y había adoptado mucho volúmen. 

El maquillaje era un Smoky Eye natural y mis labios estaban pintados de un rojo no muy fuerte.

Observé mis manos. Estaban pintadas de negro. Sí, lo sé, es una combinación rara pero se veía bonito.

En mi muñeca derecha colgaba una pulsera de oro que tenía varias figuras ya sean personas, animales, objetos, etc. Y en ella también habia un tatuaje en cursiva que decía en francés "Joie de vivre" que al traducirla dice "La alegría de vivir". Me lo había hecho justo después de haber salido del hospital.