cinco

1.1K 43 1
                                    

[FLASHBACK]

—Jamie qué… ¿qué es eso? —dejé de caminar repentinamente, fijándome en un conjunto de arbustos que estaban a mi lado izquierdo.

Todos estaban cortados de la misma manera, de forma que estuvieran del mismo tamaño. Eran como rectángulos… Un, ¿un laberinto? No puede ser.. ¿Los cuentos de Disney son verdaderos o qué?, ¿todas las partes pertenecientes a la realeza tienen un laberinto de arbustos?

—Oh, es un laberinto —has acertado Antoinette, pensé. —Ha estado aquí desde hace años y no tengo ni la menor idea de cómo lo han cuidado todos estos años. Recuerdo cuando eran pequeño, solía ir hacia allí y perderme y mis padres me encontraban a las horas después, asustadísimos.— lo observé con los ojos abiertos, pensando que estaba loco. En su tono de voz había un cierto toque de diversión. Sonreí negando mientras bajaba mi vista.

— ¿Quieres ir a verlo? —inmediatamente levanté mi vista y lo observé extrañada.

—Oh… Uhm... ¿Bueno? —no estaba segura de ir. Cuando era chica sufría de claustrofobia. No podía ni poner un pie en un ascensor sin empezar a sentir que me faltaba aire. Tampoco podía estar rodeada de multitudes. Por esa razón había estado alejada de las personas durante la fiesta, que por cierto aún estaba en curso.

Pero mientras caminábamos hacia el laberinto, me puse a pensar de que mi problema, con el pasar de los años, comenzó a disminuir en cuanto a la intensidad. Por lo menos ahora podía subirme a un ascensor tranquilamente.

Al llegar al lado del laberinto, me sacaba por dos, tres cabezas. Era muy alto, e inmediatamente me surgió la misma duda que al príncipe. ¿Cómo lo han mantenido de esta forma? Secretos de los jardineros.

—El secreto es, siempre guiarse por la derecha, poniendo tu mano en el arbusto —comentó mientras hacia lo que relataba y comenzó a andar, de forma que lo imité. Pero él, a lo contrario de mi, podía andar tranquilamente sin preocuparse de poder tropezarse con los tacones o con la falda del vestido. Sin mencionar que era super difícil andar con tacones en el pasto.

Me detuve por unos segundos para quitármelos, lo que me llevó alrededor de cinco minutos. Maldita sea la falda

No lo podía creer. Jamie, que antes me llevaba ventajas de unos metros, ahora no estaba. Empecé a sentir pánico.

La claustrofobia que no había sentido en el principio comenzó a presentarse justo en estos momentos.

Inhale y exhale cuantas veces me dije.

Debía mantener la calma.

Nunca perder la calma.

¡Pero no podía!

¿Por qué tuve que acertar a ir?

¿Por qué no pienso las cosas dos veces antes de decir que si?

Golpee mi frente con la palma de mi mano.

El secreto es, siempre guiarse por la derecha, poniendo tu mano en el arbusto” La voz del rubio sonó por cada uno de los espacios de mi mente.

Cerré los ojos e inhale y exhale.

Puse mi mano derecha sobre el arbusto, y comencé a caminar.

La oscuridad le daba un toque siniestro.

¿Qué pasaba si había un violador por allí?

royals Where stories live. Discover now