Capítulo 22

9.6K 885 279
                                    

Jungkook y Taehyung caminaron sin prestarle atención a nadie, entraron con un par de coqueteos de los jugadores de fútbol y sonrieron inocentemente mientras negaban en respuesta al sin número de invitaciones que les hicieron para tomar un trago, salir de ahí a otra fiesta y algunas más atrevidas preguntando si querían ir a sus casas de veraneo a solas. Si bien Taehyung estaba consciente de que su novio lo vería en cualquier momento y podría molestarse con él, no dejaría solo a Jungkook, ya que pretendía hacer que su autoestima y confianza en sí mismo volvieran. Lograron salir del círculo en el que estaban encerrados como atracción principal y sin detenerse a observar quien estaba en la fiesta, comenzaron a bailar sensualmente en medio de todos opacando a los demás que se movían al ritmo de la música. Taehyung se percató que Taylor los observaba con enojo desde la barra, pues le habían robado protagonismo y ahora ellos eran el centro de atención, le levantó el dedo de al medio sin que Jungkook se diera cuenta y observó como la perra nueva, a modo de venganza ante la grosera acción, se acercaba con una sonrisa coqueta subiendo sus diminutos shorts, a Jimin al otro lado de la pista, quien no despegaba sus ojos de los sensuales movimientos del pequeño.

-Sígueme la corriente como en los viejos tiempos- susurró Taehyung con una mirada malvada y juguetona en el oído de su amigo al momento que pegaba sus cuerpos para bailar de manera provocativa. Comenzaron a manosearse delicadamente mientras bailaban, sonriéndose cómplices y divertidos por su acción. Antes de que ambos tuviesen novios y fueran solo unos adolescentes de 16 años disfrutando de sus primeras salidas juntos, bailaban de esa forma atrevida para provocar a los hombres a su alrededor y luego rechazarlos cuando pedían un baile con ellos. En menos de cinco minutos, tenían a todos los chicos de la fiesta rogando porque bailaran con ellos, algunos dentro de su ebriedad morbosa pedían hasta una cachetada con tal de sentir su toque, Jungkook y Taehyung no podían dejar de reír y jugar a coquetear hasta que el pequeño sintió como un brazo lo jalaba bruscamente para voltearlo y sentir el gélido licor junto a los hielos deslizándose por su rostro, mojando su polera.

-Para que te enfríes perra- le escupió Taylor mientras le tiraba el vaso en la cara y le dedicaba una sonrisa arrogante de suficiencia. Jungkook lo miró impactado y Taehyung comenzó a sacarse sus brazaletes y anillos con claras intenciones de golpearlo, el pequeño respiró intentando calmar las ganas de arrancarle los cabellos bajo ese ridículo sombrero vintage y sostuvo por detrás de su espalda las manos de su amigo para retenerlo por igual, su madre le había enseñado que jamás debía rebajarse al nivel de los golpes.

-Taylor lo siento pero no soy vulgar como tú, ya tienes a Jimin, déjame en paz, eres patético y todos lo saben- dijo Jungkook cruzándose de brazos dedicándole una mirada desinteresada, giró su cuerpo dispuesto a darse vuelta y seguir bailando sin importar lo empapado que estaba hasta que Taylor lo abofeteó mientras le gritaba:

-Eres una maldita sucia, nunca le gustarás a Jimin- la paciencia de Jungkook tenía un límite, por un milisegundo lamentó faltar por primera vez a los buenos hábitos que le enseñó su madre antes de saltar sobre Taylor, tomar su sombrero y aplastarlo en el piso para luego devolverme el doble de fuerte la bofetada. Todo se descontroló cuando alguien gritó Pelea de gatas y un instante después Taylor y Jungkook rodaban en el piso tirándose los cabellos.

Taehyung quien veía con orgullo al pequeño, lo animaba a gritos e insistía en que lo golpeara más fuerte. La pelea duro solo un minuto pues Jungkook sintió como unos fuertes brazos lo rodeaban levantándolo del piso y encerrándolo en el pecho de su amado. Se desarmó por completo, estaba alterado y confundido, no sabía qué hacer, ni cómo pelear y menos como recuperar a Jimin hasta que todo desapareció ante su contacto, solo pudo aferrarse al cuello de Jimin mientras dejaba escapar un par de lágrimas, su príncipe había llegado a rescatarlo nuevamente.

Perfect lies (Jikook)Where stories live. Discover now