Día Primero: el inicio.

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La Universidad no es nada fácil. Menos para una adolescente desorganizada como yo. Con los audífonos enredados, el dinero en mi mano un tanto sudorosa y los calcetines al revés, por fin pude hacer que una micro se detuviese frente al disco "Pare" de la esquina de mi casa. 

Primer día de clases, llegar atrasada. Si tengo un lema, definitivamente es ese. ¿Qué persona no se peina para su primer día de clases? Por Dios, soy un desastre andante, ni siquiera recuerdo si lavé mi rostro por la mañana. Debo comenzar a tomar vitaminas o poner alarmas para todo. No es que no lo haga ya, lo de las alarmas digo, pero por alguna extraña razón, las desactivo sin darme cuenta.

Apenas la puerta de la micro abre, la melodía de una popular cancioncita comienza a salir por el altavoz.

《The good old days, the honest man;
The restless heart, the Promised Land
A subtle kiss that no one sees;
A broken wrist and a big trapeze》

Apenas subo, la micro comienza a moverse haciendo que casi me vaya de espaldas. Siempre me pasa lo mismo. Mi sentido del equilibrio es nulo, y no lo digo con modestia. Cuando logro estabilizarme, le pago al conducto, quien lanza mis monedas al depósito,  y procedo a hacer mi escrutinio de todos los días: cual de todos mis posibles acompañantes tiene menos cara de acosador.
Primer puesto: descartado. Esta vacío pero luego se subirá alguna persona mayor y tendré que darle el asiento. Las desventajas de pagar estudiante y tener un corazón noble.
Por aquí un anciano con sombrero borracho (el anciano, no el sombrero); por allá una señora con la cara de mi tía Estela. Camino por el pasillo, pero de pronto, algo me detiene. Bueno, más bien alguien. ¿Cómo puede alguien encontrarse en el autobús con una persona con su mismo polerón? Debe ser cosa del demonio. Pero loca no estoy, claramente en su pecho veo el escudo de "Hogwarts".
Aunque me vaya al infierno por leer literatura popular y no canónica, debo reconocer que es mi libro favorito.
Siento una mirada en mi rostro, levanto la vista y me encuentro con esos ojos. Mieles, acaramelados, que me tendrán despierta toda la semana. La micro da un fuerte giro que casi me hace caer, otra vez. Me siento rápidamente en el asiento más próximo, junto a un adolescente metalero. No es que sea síquica ni nada, pero tendría que ser sorda para no escuchar su metal pesado, al compás del cual mueve la cabeza y los pies. Por lo menos no parece un violador, ni siquiera parece estar en este mundo.

《Oh well I don't mind, you don't mind
Coz I don't shine if you don't shine
Before you go, can you read my mind?》

Por todo el trayecto siento esos ojos en mi, escrutando mi rostro sin descanso. Debe haber sentido mi mirada al subir. Lo peor es que soy una cobarde y no soy capaz de levantar la cabeza para encararlo. En el camino, sigue subiendo gente, en su mayoría estudiantes con olor a sustancias extrañas. En el momento en que tengo que bajar, una mano roza la mía al ir a tocar el timbre. Un leve roce, que hace despertar las más raras sensaciones en mi. Un roce que no podré olvidar aunque quiera. Un roce y una mirada, que me tendrán con insomnio por mucho tiempo.

Primer capítulo dedicado a mi editora estrella, @YoQuieroUnHarry que me ayuda con los nombres y me apoyas en todas las locas ideas que se me ocurren... rompiste mi corazón cuando dijiste que Dexter tiene novia, si el es un bebé:( te quiero estúpida ☺💟

P es de Platónico.Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora