Día 10.

119 9 0
                                    

-Voy al baño.
-Bien, envía saludos por allá.
Los susurros y risitas de mis amigas me devuelven a la realidad.

Hoy lo vi, al bajarme. Me sonrió desde su altura. Iba vestido con unos jeans negros, una camisa a cuadros roja que resaltaba su sonrisa, polera estampada con una banda de rock y unas vans oscuras. Su cabello castaño dorado, como las recién caídas hojas de otoño, iba desordenado, como si hubiese pasado muchas veces sus manos por él.

He pasado todo el día distraída, mis amigas deben pensar que me fumé algo.
No tengo mente para nada más, solo recuerdo del día un par de cosas. Pudo haber pasado un tornado al lado mío y no me hubiera percatado.
-¿Salimos hoy? Hay una oferta en un bar...
Todas dicen que sí, pero yo les digo que no puedo. Ni siquiera quiero inventar una excusa. Solo quiero llegar a mi casa para poder estar sola y sonreír como estúpida sin gente que me mira raro. Paso el resto de la hora, escuchando paralogizar a mis amigas, tratando de convencerme de las ventajas de salir hoy con ellas. A mitad del discurso, vuelvo a mi mundo utópico.

P es de Platónico.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora