Mi radio despertador no sonó. O probablemente sí, pero no lo escuché. Voy condenadamente tarde.
Nota mental: dejar de ver series hasta tan tarde.
De hecho, ya no fui a la primera clase y si no me apresuro, no me dejarán entrar a la segunda. Ordeno en tiempo récord mi mochila. Demonios, tengo que sacar todos esos papeles de dulces alguna vez, ya va pareciendo una nueva entrada a Narnia.
Salgo a la calle y tomo la micro que me sirve, que justamente va pasando. Va casi vacía. Solo yo, un hombre semejante a un gnomo y tres hombres extremadamente corpulentos que se bajan en la próxima parada.
En el camino, suben un par de pasajeros más: una señora que parece medir lo mismo de alto como de ancho y que va envuelta en un olor a lavanda, un paquistaní con ojos caídos y tristes, y una mujer gruesa con bigotes que causa risa y espanto al mismo tiempo.
Llamo a mis amigas para decirles me guarden puesto y escucho música el resto del trayecto. Deberé comenzar a poner mas alarmas si quiero no llegar tan tarde.
YOU ARE READING
P es de Platónico.
Short Story¿Que probabilidad hay que se suban dos pelirrojos a un mismo autobús? ¿Y de que dos chicas lleven la misma mochila? ¿Y la probabilidad de que un día cualquiera un chico vaya leyendo un libro? ¿Y de que en ese autobús vaya el amor de tu vida?.