Día 17.

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Este chico es raro. Creo que vive en veinte lugares diferentes.
Tal vez se teletransporta como Gokú.
Ayer se subió después de mí y hoy también, en paradas distintas. Y se volvió a sentar conmigo. Incluso me sonrió. En los altavoces comenzó a sonar "Read my Mind", como el primer día en que lo vi. Sonrío por el recuerdo. Lo miro de reojo, al mismo tiempo en que él decide hacerlo. Espontáneamente nos reímos.
-¿Eres la chica del pijama de vaca, verdad?
Me sonrojo.
-Vaya, que incómodo que te recuerden porque ibas ridículamente vestida.
Él frunce el ceño. Luego, me mira directamente a los ojos mientras dice:
-Creo que te veías tierna.
Se me olvida como respirar. Creo que moriré. Hoy lleva una chaqueta de mezclilla sobre una polera de otra banda de Rock. Si, cambio muy rápido de tema. Estoy comenzando a hiperventilar.
-Vale. Empecemos de nuevo. Veo que no te agradó la forma en que te recuerdo. -dice, para luego agregar en tono jovial- Hola, ¿Tu eres la chica que cayó sobre mis piernas la semana pasada?
Río, no lo puedo evitar. Río tanto que me saltan las lágrimas.
-Tienes razón, mis encuentros contigo no te han dado una muy buena impresión de mi.

-¿Prefieres presentarte por ti sola? Así ya podría asociar tu cara a un nombre... -me observa esperando una reacción.

-Uhm... soy Sofía.

Hemos llegado, se levanta y yo lo sigo. Cuando consigo bajarme él ya ha sido arrastrado hacia delante por la multitud de estudiantes atrasados. Se da la vuelta y me sonríe por sobre la multitud.
-Mucho gusto, Sofía. Yo soy P. Que tengas un buen día. GUARDAME PUESTO MAÑANA.-Me mueve la mano y desaparece por la escalerilla. No estoy segura si lo último lo escuché o solo lo imaginé.
Muevo la cabeza y sonrío como idiota.
Me dirijo a clases sin poder creer la suerte que he tenido.

P es de Platónico.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora