Día 7.

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¿Verdes? ¿Marrones? ¿Azules? ¿Mieles? ¿Pardos? Difícil saberlo. A pesar de que ha pasado un día, su imagen me sigue persiguiendo y sus ojos se me siguen apareciendo en cada parte de mi mente.
A él lo hicieron con mucho amor, no cabe duda. Claro, ayer salí corriendo como una estúpida cuando me di cuenta de mi vestuario y de su mirada evaluándome. Que tonta. Quizá ni me reconoció. ¿Siquiera tendrá una remota idea de quien soy? ¿De cómo lo busque en la semana? ¿Acaso sabrá la cantidad de veces al día que lo pienso? Si, parezco una psicópata maniática. Pero no se asusten. Soy inofensiva. ¿Jajaja?

Día domingo de pensar en sus ojos y en poder volver a encontrarlo, aunque sea una vez más.
¿Lo volveré a ver aunque sea una última vez? Ver su rostro angelical y sus ojos que no se si algún día me mirarán de la misma forma soñadora en que yo lo hago.

Se ha convertido en el autor de mis mayores insomnios.

P es de Platónico.Where stories live. Discover now