•Capítulo 1

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Quería ir a jugar al parque, mis padres como casi todas las tardes no se encontraban en casa, la niñera dijo que no tenía permitido salir, a veces ella era muy mala, yo solo quiero divertirme, estar en casa sin amigos es muy aburrido, nadie ríe, nadie juega, es como si solo dejaran a una niña de siete años sola.-Ya sé lo que haré- Tome mis patines y protección, nunca lo había hecho pero era totalmente necesario, como toda niña de siete años debo jugar y es mas emocionante aún si es a escondida. O algo así dicen las niñas mayores.

Salí escabullida de casa, nadie se dio cuenta, esto era muy fácil, no entiendo como no lo había hecho antes, todos decían que era muy peligroso pero la verdad todo es tranquilo, no habían siquiera autos... Iba en mis patines, lo disfrutaba, era como volar, la calle estaba totalmente vacía, no había nadie, no entiendo como los niños no han salido a jugar en verano.

Iba cruzando la calle, no venía ningún vehículo, cerré mis ojos, sentía el aire por mi cabello hasta que sentí que algo impactó contra mí, no podía moverme ni abrir los ojos, no sentí nada, solo veía puntos negros y caí dormida.

...

Abrí los ojos, había mucha luz, estaba en un hospital, mire a los lados, me dolía mucho la cabeza, mis ojos se encontraron con los de mi abuela Margaret y sonreí.

-Abuela.-Dije feliz de verla. Ella me miró sobresaltada, me sonrió y comenzó a llorar, no entiendo por qué lo hacía.- ¿Qué pasó, porqué estamos aquí?-Pregunté al momento que ella caminó hacia mí.

-Mi pequeña bonita, has tenido un accidente ¿Por qué saliste de casa?-Pregunta mi abuelita llorando.

-Solo quería jugar, nadie juega conmigo, me quería divertir, el parque es tan hermoso abuelita.-Digo con felicidad, hablar del parque me hacía realmente feliz, casi tanto como bailar.

-Está bien eres solo una pequeña ¿No recuerdas nada?-Dijo todavía llorando.

Quise levantarme, quería mostrarle que estaba bien, me sentía bien y feliz pero no pude, no pude, mire a mi abuela asustada, mis pies no se movían, yo lo intentaba y no pasaba, mi abuelita me miraba y solo lloraba, no entendía lo que pasaba, quería mover mis piernas y no podía...

...

Los recuerdos llegan a mi mente, es imposible olvidar aquel día, aquel día que me marco para toda la vida, aquel día que dio un giro de 360 grados, aquel día imposible de olvidar.

Hoy estoy en el instituto, mi último semestre de clases, mi último año, por fin estaré graduada, una meta importante para mí, donde mis padres no creyeron que lo podía lograr, como no creerlo teniendo a su hija sobre una silla de ruedas... Tampoco me estaba quejando, ellos hicieron todo lo posible para que yo pueda caminar, muchas operaciones, hicieron hasta lo imposible y la verdad se los agradezco pero deben saber que ya crecí, quiero estudiar y mi situación no me avergüenza o por lo menos, no siempre... Mi abuela siempre me ha dicho que soy muy fuerte, que lograré todo lo que me proponga y a veces debo de decir que lo creo, estoy aquí por su constante apoyo, porque es sin duda mi sol, mi luz en la oscuridad.

-Luna.-Escuche que gritaban detrás de mi, voltee a ver cómo pude y me  encontré con mi mejor amiga Helen, es muy buena persona, la mejor que conozco, siempre ha estado conmigo, en las buenas y las malas.

Es una chica muy hermosa, tiene el pelo sobre los hombros y negro, ojos color miel y grandes, es alta y tiene cuerpo de modelo y no de cualquier modelo ¡De una super modelo! y aún así es muy tímida, siempre quiere vivir oculta, tal vez por eso siempre ha estado conmigo, no creo que me tenga lástima pero opino que debería hacerse notar, cualquier chica con su físico lo haría...

Parálisis (Editando)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz