Parálisis (Editando)

Capítulo 38

Silencio. Silencio fue lo que se escucho a través de aquella puerta de madera, lo único que nos separaba. No sabía si entrar o esperar a que volviera hablar. Mis nervios estaban a flor de piel, mi cuerpo no respondía a nada de lo que le ordenaba. Había un silencio que nos inundaba por completo, estaba segura que si la mínima cosa caía se podría escuchar.

Olvidándome de todo, dejando atrás los nervios y esperando tranquila lo que pueda suceder me atreví, abrí la puerta y él estaba ahí, tan perfecto como siempre. Me adentre en la habitación cerrando la puerta de aquel lugar.

Él levantó la vista, sus ojos se abrieron como platos mientras brillaban como nunca, se puso de pie de golpe y sin siquiera darme cuenta estaba frente a mi, mi cuerpo ahora si.temblaba como nunca y temía que pudiera escuchar los latidos de mi corazón. Él seguía mirándome, ahora con admiración y tal vez amor y a pesar de semtirme incómoda por su profunda mirada también se sentía bien, lo había extrañado tanto, y ahora que estoy aquí frente a él estoy segura de que hice lo correcto y no me arrepiento en lo más mínimo de estar aquí.

No sabia que decir, mucho menos que hacer, ni siquiera podía apartar mis ojos de los suyos, mi cuerpo se había quedado pasmado, incluso creo que en estos momentos estaba peor que antes. Ninguno decía absolutamente nada y sabía que debía hablar, necesitaba hacerlo y él también debe escucharme, no importa que pasará después, este es él presente y es lo único que importa.

-Estás aquí.-Susurró.

No sabía que decir, mi garganta estaba seca y yo solo quería acercarme y abrazarlo, por que sería uno de los que más he deseado.

Sin decir nada y tomando fuerza di un paso hacia él, no dijo nada, solo miraba esperando que pasaría posteriormente. Mis ojos y sus ojos no se habían separado, en contacto visual seguía ahí, diciendo más de mil palabras, repitiendo más de una vez cuanto nos habíamos extrañado

Un delicioso aroma se asomo por mis fosas nasales y fue tan familiar, tan conocido que me hizo sentir mejor, con mas fuerzas y con mucha mas gana de poderlo abrazar. Di un paso más, estábamos tan cerca que solo debía atraerlo un poco más para besarlo, si eso era lo que quería, pero aunque era una tentadora opción necesitaba un abrazo, lo deseaba con todas mis fuerzas y nadie ni nada podría evitar que eso sucediera ahora.

Coloque mis brazos sobre su cuello y me pegue lo más que podía hacia él, él tardo un poco en reaccionar pero ahora mismo estábamos ambos abrazados, con fuerza, con amor, liberando de algún modo todo lo que habíamos pasado y sabiendo que todo lo que sucedía hace años no volvería a atormentsrnos.

Su delicioso olor me innundaba como nunca lo había hecho, se sentía más fuerte, más cálido, simplemente era él momento mas perfecto que habia tenido con él, no quería que este abrazo finalizará, me sentía en paz junto a en y un fuerte suspiro que salio de sus labios me hizo entender que él.también estaba en paz.

Cerré mis ojos guardando este momento en mi memoria y sin poder evitarlo recuerdos y recuerdos llegaron a mi mente, como nos conocimos, como mi cuerpo tembló a darle la mano, sus lentes oscuros que ocultaban aquellos hermosos ojos que derretirían a cualquier chica y que hace un instante me miraban solo a mí, recuerdo su entrada al instituto, como me invito al baile, recuerdo como había tratado aquella noche, recuerdo claramente como me había pedido que lo dejase ayudarme, nuestra primera terapia, nuestro primer beso y su declaración de amor.

Recuerdo totalmente cada una de las cosas por las cosas que habíamos pasado, seria imposible olvidarla por que aunque al principio fue un plan extraño había verdad en sus palabras y ahora más que nunca lo podía notar por que aun cuando él esta perfectamente vestido, con un rico olor, aunque este pefercto físicamente, interiormente no lo esta, su cara al verme sin si quiera creer que estaba aquí, este abrazo que ninguno quiere cortar , esto dice mucho más que estar físicamente horrible.